El magistrado Fernando Pareja culminó este viernes en el Tribunal Superior de Bogotá, después de cuatro semanas, una de las imputaciones de cargos más duras para la justicia: la que desmonta casi toda la Sala Penal conformada por sus homólogos del Meta.Al final, el magistrado dictó orden de arresto en contra de Alcibíades Vargas Bautista, a Fausto Rubén Díaz le dictó detención domiciliaria y Raúl Trejos Londoño fue dejado en libertad. Los tres están implicados en el proceso de corrupción destapado por la Fiscalía delegada ante la Suprema Corte de Justicia, que los compromete con el recibo de dinero y placeres a cambio de beneficiar a criminales de alta peligrosidad.  El magistrado consideró que Vargas y Díaz representan un peligro para la sociedad, sin embargo, por la edad avanzada de este último le otorgó la domiciliaria. A ambos magistrados les descartó las acusaciones de cohecho y concierto para delinquir que les habían sido formuladas al considerar que no tenían suficiente sustento; dejó en firme el delito de prevaricato por acción y por omisión en las que presuntamente incurrieron.En el caso de Raúl Trejos Londoño sólo ha sido imputado por el delito de prevaricato por omisión, por lo que de momento no lo consideró un peligro para la sociedad. Debido a su arraigo regional, tampoco estimó que presentara riesgo de fuga ni consideró que pudiera obstruir la investigación en curso. La Fiscalía y los abogados defensores apelaron la decisión del magistrado. SEMANA le cuenta todos los detalles del proceso que golpeó el poder judicial del Meta