El tema del Metro de Bogotá parece una historia de nunca acabar. Cuando ya se creía que las obras que han sido tan anheladas por décadas tenían luz verde la propuesta del presidente Gustavo Petro para cambiar los diseños de una parte importante de los planos dejó el caso en el más absoluto limbo.

Después de plantear la necesidad que el Metro sea subterráneo muchos han sido los debates y pocas las conclusiones para destrabar las obras. La posición del Gobierno es clave debido a que entregan parte de la financiación para el Metro en la capital de la República.

Render de la segunda línea del Metro de Bogotá. | Foto: Alcaldía de Bogotá

Ni la reunión que sostuvieron en el avión presidencial Petro y la alcaldesa de Bogotá, Claudia López el pasado 10 de febrero logró destrabar esta discusión y el proyecto sigue sin recibir el aval de los recursos gubernamentales.

Como parte de esta novela, este domingo, muy temprano, el jefe de Estado público, ya dejó como tweet fijado, una encuesta en la que, entre muchos otros temas, se consultaba sobre el cambio propuesto para la Primera Línea del Metro para que sea subterráneo y no elevado.

Tras esto, el excandidato a la Alcaldía de Bogotá, Carlos Fernando Galán cuestionó el hecho que Petro hubiera utilizado recursos públicos para este tipo de encuestas, la cual, sea dicho de paso, arrojó que el 55.9 por ciento no están de acuerdo con realizar esta modificación.

La alcaldesa Claudia López y el presidente Gustavo Petro viajando juntos a San José del Guaviare. | Foto: Tomado del Twitter @petrogustavo

“En la encuesta que publicó hoy Gustavo Petro, y que fue contratada con recursos públicos, preguntaron a la gente si estaba de acuerdo con cambiar el Metro de Bogotá para que sea subterráneo: en Bogotá el 55.9 % está en desacuerdo con el Presidente”, advirtió Galán.

En repetidas oportunidades, el también exconcejal de Bogotá y exsenador ha cuestionado la posición de Petro en este trascendental proyecto, el cual tuvo un avance casi nulo durante los cuatro años que estuvo en la Alcaldía.

Carlos Fernando Galán y Gustavo Petro. | Foto: SEMANA

Galán advirtió, en entrevista con SEMANA, que durante la campaña a la Presidencia, Petro le había confesado que si llegaba a la jefatura del Estado buscaría frenar el metro elevado en Bogotá pues nunca estuvo de acuerdo con ese lineamiento.

Frente a lo que ha pasado, Galán manifestó que estás decisiones afectan directamente a la ciudadanía que no pueden soportar que el futuro de esta importante obra este envuelta en peleas políticas y de egos. “Alcaldesa, si en algo puedo contribuir para defender el Metro y los demás proyectos de Bogotá cuenta conmigo”.

A mediados de marzo se publicó la encuesta de Invamer que arrojó que el 53 % de los ciudadanos considera que lo mejor es que el Metro se haga de manera elevada como está aprobado en el proyecto, mientras que el 40 % está de acuerdo con Petro y prefiere que haya cambios para que sea subterráneo. El 7 % no sabe o no responde.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, aseguró de manera tajante que no es la ciudad que quiere cambiar el metro, sino el presidente Petro y que su administración no va a permitir que se le cambien las prioridades. | Foto: Alcaldía de Bogotá

En esta eterna discusión, la Procuraduría General le solicitó al Gobierno nacional mostrar la documentación y los conceptos jurídicos que permitirían replantear la primera línea, con el fin de llevarla a cabo de forma subterránea.

La documentación, según la procuradora General, Margarita Cabello Blanco, es clave para hacer un análisis de los beneficios de llevar a cabo la obra de forma subterránea.

“Escuchamos que hay otros estudios de algunos abogados que dicen que todas estas preocupaciones en la Procuraduría quedarían superadas. No hemos mirado esa documentación. De pronto, si la miramos o si las muestran, podremos hacer un análisis para determinar si evidentemente es más beneficioso para la ciudad hacer un metro subterráneo”, manifestó la jefa del Ministerio Público.

Según Cabello, lo que se conoce hasta ahora es que existen preocupaciones con respecto a alterar un contrato que ya se firmó. “Hasta ahí vamos, vamos a ver qué pasa más adelante. Miraremos los conceptos y las documentaciones completas para ver si lo que se dice es cierto o no es cierto”.