Desde que Luciano Marín ‘Iván Márquez’ y Oscar Montero ‘Paisa’ desaparecieron del espacio de reincorporación en Miravalle, en el departamento del Caquetá, no se conocían noticias suyas. Márquez, incluso, que fue elegido senador, ni siquiera tomó posesión de su curul en el Congreso y no existe rastro de su paradero casi desde el mismo día en que Jesús Santrich, otro exnegociador de paz de la guerrilla, fue capturado por presuntos vínculos con el narcotráfico. Puede leer: Se complican las cosas para Iván Márquez I Este lunes, la Comisión de paz del Senado recibió una carta remitida por estos dos exguerrilleros y que habría sido redactada el pasado 22 de septiembre, día del octavo aniversario de lo que ellos denominan “asesinato” de Jorge Briceño ‘Mono Jojoy’. En la carta califican de “fallido” el acuerdo de paz entre las Farc y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, y aseguran que “tres actos de insensatez” llevaron el proceso de paz al abismo: la inseguridad jurídica, las modificaciones al texto original de lo convenido y el incumplimiento de aspectos esenciales del acuerdo”, indicaron. “Personajes que nunca fueron ungidos con el honor de ser plenipotenciarios de las partes, se dieron a la tarea de meterle mano para dañar lo construido con tanto esfuerzo y amor. Sucedió después de la entrega de las armas. Eso es perfidia, trampa y ‘conejo’. Mal hecho. No se puede traicionar la paz de esa manera. Los acuerdos, que fueron firmados solemnemente, son para cumplirlos”, manifestaron. Márquez y el Paisa que la JEP que existe hoy no fue la acordada en La Habana, sino la que querían el fiscal general Néstor Humberto Martínez y los “enemigos de la concordia”, entre los que mencionan al embajador de Estados Unidos en Colombia. Le recomendamos: La revolución epistolar de las Farc “Estamos frente a un descarado abuso en el ejercicio del poder, mezclado con una rendición inaceptable de nuestra soberanía jurídica a una potencia extranjera. No podemos dejar la Paz -que es el derecho más importante- en manos de personajes como Martínez y Whitaker. Carecen ellos de sentido común para trazar el destino de Colombia, que definitivamente no puede ser el de la guerra”, se lee en la carta de cuatro páginas. También critican al expresidente Juan Manuel Santos a quien acusan de no haber tenido la convicción para salvar el proceso de paz. Dicen que el acuerdo de La Habana fue traicionado. “Sin eufemismos y en lenguaje franco: lo esencial del acuerdo de paz de La Habana ha sido traicionado. El Congreso anterior hundió la reforma política y las Circunscripciones Territoriales Especiales de Paz. No se aplicó plenamente la amnistía; todavía quedan guerrilleros presos. Cinco años después de lograr el primer acuerdo parcial no hay titulaciones de tierras, ni fondo de 3 millones de hectáreas para los que no la tienen”. Márquez y el Paisa aseguran que fue un error haber entregado las armas. “El acuerdo tuvo una falla estructural que pesa como pirámide egipcia que fue haber firmado, primero, la dejación de las armas, sin haber acordado antes los términos de la reincorporación económica y social de los guerrilleros. Esa es la causa de los problemas que hoy afrontan los ETCR por incumplimientos del Estado. Ingenuamente creímos en la palabra y la buena fe del Gobierno, a pesar de que Manuel Marulanda Vélez siempre nos había advertido que las armas eran la única garantía segura de cumplimiento de los eventuales acuerdos”. En la carta piden a los senadores dela Comisión de Paz salvar el proceso.    Le puede interesar: ¿Dónde está Romaña? El tercer alfil de las Farc en regresar el esquema de seguridad “Señores y señoras congresistas: nuestra principal preocupación es cómo sacar la paz de Colombia del abismo de los acuerdos fallidos a la que fue arrojada con desprecio, y nos gustaría conocer al respecto sus valiosas apreciaciones. Vale la pena intentar lo imposible, porque de lo posible se ocupan los demás todos los días”. Hace tres semanas integrantes de la Comisión de Paz viajaron al Caquetá para tratar de establecer el paradero de Márquez y el Paisa quienes abandonaron la zona territorial de Miravalle alegando no tener garantías para continuar en el proceso de paz. Según se supo en ese momento, días antes de la posesión del Congreso hubo una incursión sorpresiva del Batallón Diosa del Chairá en el espacio de reincorporación. “Llegaron unos soldados a tocar su puerta a las dos de la mañana”, contó uno de os voceros del partido de la Farc. Esa habría sido la razón por la que los dos exguerrilleros habrían abandonado el espacio de reincoporación. Desde su desaparición desde el Caquetá la información se conoce a cuentagotas y la carta llega a airear la lucha intestina que enfrenta el partido sobre cómo encarar los incumplimientos del Estado. Si bien es cierto que a viva voz los principales dirigentes han manifestado que la línea oficial del partido “es clara e irreversible”, hay un sector que no está completamente de acuerdo.  Este es el documento que llegó al Senado: Carta Abierta - Ivan Marquez by Semana on Scribd