Los senadores Iván Cepeda, Antonio Sanguino y Gustavo Bolívar le pidieron al Congreso de Estados Unidos que lleve a cabo una “vigilancia y un segimiento” a los recursos que entrega ese país en el marco de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. La vigilancia solicitada tiene que ver con las denuncias de SEMANA sobre el uso que se le estaría dando a dichos aportes en las labores de inteligencia de las Fuerzas Militares, a raíz de las chuzadas y los perfilamientos realizados a políticos de oposición, periodistas, defensores de derechos humanos, entre otros.

“Le solicitamos respetuosamente a su Gobierno, y específicamente al Comité de Apropiaciones del Senado del Congreso de los Estados Unidos de América, que haga vigilancia y seguimiento de los recursos entregados a Colombia, tanto de los asignados este año, como de los que tenga previsto asignar para el siguiente año fiscal. Lo anterior, con el propósito de que dichos recursos sean utilizados en los fines para los cuales han sido otorgados y, además, para evitar que sean malversados, como al parecer ocurrió recientemente al ser utilizados en propósitos ilegales”, dice la comunicación. La carta fue remitida a los senadores democrátas Patrick Leahy y James Patrick McGovern. Sanguno, Cepeda y Bolívar les solicitan que le exijan al Gobierno colombiano un informe detallado acerca del uso y la destinación de los recursos de la ayuda militar (logística, técnica y financiera) que entrega Estados Unidos.

Esta revista reveló que la ayuda asciende a los 400.000 dólares y debe estar enfocada en la adquisición y mejoramiento de equipos informáticos para hacerle frente a la lucha contra la violencia en el país. “No obstante, algunos miembros de la Fuerza Militar habrían hecho uso de parte del dinero de ayuda militar del Gobierno norteamericano, para poder adelantar actividades de espionaje, interceptaciones e incluso seguimientos ilegales”, dice la carta. “Conforme a lo anterior, rechazamos categóricamente que se hayan desviado recursos provenientes de los Estados Unidos para fines ilegales. Además, nos preocupa que su propósito haya sido el de violar los derechos y las libertades, tanto de colombianos como de ciudadanos extranjeros, dentro de los que se contarían ciudadanos estadounidenses”, anota la misiva. La comunicación hace un resumen detallado de las investigaciones publicadas recientemente por SEMANA, como ‘Chuzadas sin cuartel’, ‘Las carpetas secretas’ y ‘Operación Bastón’. En las tres publicaciones se revelan irregularidades en las labores de inteigencia de las Fuerzas Militares, así como posibles hechos de corrupción por parte de altos oficiales y nexos con jefes de grupos armados ilegales.

Además la carta menciona el seguimiento que se le venía haciendo al periodista Nicholas Casey, quien fue corresponsal del prestigioso diario The New York Times en la región andina. Este reportero denunció las órdenes de resultados que se venían dando en el Ejército y que podrían representar el regreso de los falsos positivos. La carta a la Otan Sanguino, Cepeda y Bolívar también remitieron una carta a Jens Stoltenberg, secretario general de la Otan, a quien le informan de la “existencia de acciones de corrupción y actividades ilegales de inteligencia realizadas por integrantes de las Fuerzas Militares de Colombia”. “Le solicitamos que, por su intermedio, la Organización del Tratado de Atlántico Norte, ordene que se revisen los procesos adelantados por Colombia en relación con el IPCP (Individual Partnership and Cooperation Programme), así como la totalidad de actividades de cooperación que haya realizado con las Fuerzas Militares de nuestro país. Lo anterior, con el propósito de evaluar si estas acciones se han realizado con estricto apego a los protocolos y principios desarrollados por la Otan. También solicitan que la Otan les exija a las Fuerzas Militares del país que adopten medidas para evitar la corrupción, siguiendo principios de integridad, transparencia y responsabilidad.