Rodrigo Pardo: Estamos en un momento de descuardernamiento institucional, como dijo alguna vez Carlos Lleras Restrepo. Inclusive el presidente Juan Manuel Santos se refirió ayer a las dificultades institucionales que tiene el país. ¿Cómo podemos ordenar la política con un descrédito de los partidos, con una crisis tan profunda en la Justicia, con una falta de ganas de la gente para participar?Viviane Morales (V.M): Es muy peligroso lo que estamos viviendo. La gente va viendo poco a poco esa grieta que va creciendo y aquí, para volver a enrutar el país, tiene que haber un consenso de mínimos fundamentales y el principal de ellos es volver a la institucionalidad y a la democracia. Al país le hizo mucho daño lo que sucedió después del plebiscito. Yo fui partidaria de la salida negociada del conflicto, pero se tenía que haber respetado el resultado en el sentido de que el presidente podía firmar el acuerdo, pero no imponerlo por fast track. Los impuso a través de unas mayorías de la Corte Constitucional y pensar que la corte era la garantía de la independencia y del cumplimiento de la Constitución, hoy no lo es. Es una corte de bolsillo del gobierno. R.P.: Y los partidos políticos están en una de sus peores crisis...V.M.: Sí, pero es una crisis que viene desde antes. ¿Cómo han sobrevivido en los últimos 12 o 15 años los partidos políticos? A través de tener el monopolio de los avales. Fue una cosa de mecánica. No buscaban nada que reviviera a los partidos a través de los debates ideológicos. Les entregaron los avales y con ese monopolio se han mantenido ahí. Son enfermos terminales y les dan oxígeno a través de los avales, por eso muchas personas se han ido por firmas. El Gobierno presentó una reforma muy mala de equilibrio de poderes que se le cayó en un 40 por ciento, ahora pretende hacer una reforma política y ese no es el camino. Aquí tenemos que pensar seriamente en una constituyente para los temas de política y de justicia en la que el pueblo participe directamente y sin tantos sesgos ni intereses, porque hoy la reforma que se está tramitando es el cálculo que le conviene al Polo, a la Alianza Verde y a los grandes partidos. R.P.: Es un hecho que acordar reglas de juego a la mitad del partido es imposible. ¿Por qué sí se puede una constituyente?V.M.: Porque una constituyente no estaría en las reglas de juego, porque tendrá un tiempo determinado, una composición que se señalará por el pueblo cuando se vote esa composición y podrá debatir, pienso yo, si los constituyentes tienen inhabilidades para ocupar las cortes. Es que hoy los congresistas no pueden tocar la Justicia porque después viene la presión de los que están investigados en la corte, de los que están investigados en el Consejo de Estado, de que en el futuro luego pueden ser investigados. Nunca sobre el tema de la Justicia  se ha podido legislar. Se han presentado 48 propuestas de reforma a la Justicia desde 1998 y ninguna ha salido. R.P.: ¿No sería mejor esperar a que pasen las elecciones? V.M.: Mi propuesta de la constituyente ya se presentó. Tengo la ponencia para Comisión Primera, pero si se aprueba sería para después de elecciones. Es que no podemos seguir pensando que es muy largo para eso. Lo peor son los pañitos de agua tibia y los remiendos que estamos haciéndole a la Justicia. R.P.: A veces no faltaría sino un poco más de seriedad. ¿No le parece?V.M.: Hay que ser serios y responsables con el país. Nos está haciendo mucho daño el inmediatismo, el cortoplacismo y el deseo en aparecer con intereses personales en una especie de piromanía incendiando todo lo demás. R.P.: ¿Cómo visualiza la constituyente? ¿Qué tamaños tendría?V.M.: La que propuse sería para el tema de la Justicia. En ella pensábamos que podría haber unos 30 integrantes, que se dedicaran por tres meses al tema de la reforma a la Justicia en el que el 60 por ciento fuera elegido popularmente de todos los que se presentaran y el resto por voto popular, de candidatos escogidos por las universidades acreditadas en derecho. En video:"El Congreso Liberal está manipulado por la mermelada": Viviane Morales R.P.: ¿Cuáles serían esos puntos principales?V.M.: Varios puntos. Unos que podrían pensarse no de constituyente, sino de ley pero en general la estructura misma de la Justicia. Ya hay un consenso de que la corte no puede seguir teniendo compromisos electorales, pero hoy estamos diseñando otra JEP con funciones electorales. También los magistrados deben tener altísimas cualidades, también otra edad, porque llegan a las cortes muy jóvenes, salen con un camino por delante. Otro punto es el tema de asegurar la doble instancia. Es que se le dio un poder tan inaudito a esas cortes, que los magistrados tienen en sus manos la vida política, la honra y la libertad de los congresistas. Por eso, en los poderes siempre tiene que haber un límite. Hay que señalarles ante quienes pueden ser juzgados. Además, hay que modernizar la carrera judicial. Es increíble que no puedan llegar a ser magistrados de las cortes a través de carrera. Ese sería el mayor mérito de toda una vida dedicada a la Justicia. Otro punto es que hoy se abren facultades de derecho en cualquier garaje, eso no puede ser así. R.P: ¿Con ese tipo de medidas se podrían evitar los problemas que estamos enfrentando hoy de la Justicia, en la Corte Suprema?V.M.:  Frente a las tentaciones de los hombres para eso están las instituciones para tratar de evitar que superen los principios que deben regir al Estado. Aquí las instituciones fallaron. Hay que hacer un esfuerzo en el tema de la educación y de las facultades de derecho. R.P.: A propósito de la crisis, cuando muchos de los hechos ocurrieron usted era fiscal general y Leonidas Bustos era magistrado de la Corte Suprema de Justicia. ¿Usted sintió alguna presión de él? ¿Fue testigo de algunas de las cosas que están saliendo a flote?V.M.: Yo me enteré de que había recomendados del doctor Bustos en la Fiscalía porque desafortunadamente me tocó sacar a esos funcionarios y cuando los iba a sacar, me decían: cuidado, doctora, ese es de Leonidas Bustos. Me tocó pedirle la renuncia al director de la Unidad de Protección de Víctimas y Testigos porque me parecía que era una persona que no daba la talla para ese cargo. Yo tenía dificultades y diferencias con este señor. Luego Montealegre lo nombró en un cargo más alto, como director de la Unidad de Justicia y Paz. También conocí a un fiscal delegado ante la corte, de apellido Acero, que era un persona muy incompetente para estar en ese cargo y me tocó pedirle la renuncia. No pude sacarlo muy pronto porque me adujo unas condiciones personales, que tenía que tener una cirugía, creo que una licencia y solo se pudo formalizar su renuncia hasta noviembre y yo salí en febrero, pero luego lo  reintegró Montealegre al mismo cargo. ¿Cuál era la razón para volverlo a ingresar? Sí se veía mucha injerencia de nombramientos importantes por parte de magistrados en la Fiscalía General de la Nación.Análisis: Los complejos caminos del Partido Liberal para la Presidencia R.P: ¿Usted cree que todavía hay funcionarios en la Fiscalía que fueron recomendamos por Leonidas Bustos? V.M.: Yo sí creo que aún hay funcionarios. Hay que examinar el tema porque lo que tengo entendido es que en la época de Montealegre se le nombraron muchísimos funcionarios al doctor Bustos, eso es lo que decían en la Fiscalía. Para mí sería muy importante que se haga la disección porque a él le aumentaron la nómina en un billón de pesos y crecieron más de 2000 cargos. Sería muy bueno examinar esos 2000 cargos y cómo y por qué se dieron. R.P: A la luz de todo esto, ¿usted ha cambiado su percepción de cómo salió de la Fiscalía? ¿Cree que hubo una reacción en contra suya a raíz de estas medidas?V.M.: Yo fui absolutamente incómoda en la Fiscalía. Nunca me reuní con ningún abogado litigante y eso ya molestaba. En segundo lugar, me dediqué a hacer algunas investigaciones en las cuales ciertos sectores políticos se sintieron afectados, pero la verdad es que si examinan yo motivé y di rienda a las investigaciones que tocaba hacer independiente del grupo político al que perteneciera la persona. Es que yo tenía que presentar pruebas ante la Corte Suprema de Justicia. Figuras vinculadas al Polo, como el exalcalde Samuel Moreno como otras al Gobierno de Uribe. Me tocó, estaban ahí los indicios. También incomodó que en mi Fiscalía no se dieron cuotas a nadie, ni a magistrados ni políticos.