Las dudas alrededor del presunto feminicidio de Ana María Castro se espera que sean solucionadas con una serie de pruebas que solicitó la defensa de los únicos procesados en este caso: Paul Naranjo y Julián Ortegón. Se trata de evidencias que buscan desbaratar la hipótesis de la Fiscalía sobre la idea de que Ana María fue lanzada de un vehículo en movimiento, como un acto de desprecio por la mujer. Entre las pruebas se incluyó un examen psicológico al principal testigo del proceso, Mateo Reyes y a un acusado, Paul Naranjo.
Reyes era la persona que justamente acompañaba a la víctima el día, hora y segundo del infortunado hecho, en otras palabras, un testigo presencial. Fue el mismo Mateo quien se atravesó en la vía, buscó ayuda y hasta entregó las primeras versiones a la Policía. Esa misma madrugada, el 5 de marzo de 2020, aseguró que junto a Ana María se bajó de la camioneta que conducía Paul Naranjo, luego ella se acercó a la ventanilla y discutió con el conductor, después la camioneta arrancó y ella terminó en el suelo.
Más tarde, esa misma madrugada, Mateo Reyes entregó otra versión a los policías de un CAI. Les dijo que él se movilizaba en otro vehículo y vio cómo lanzaron a Ana María, después cambió su declaración. En total entregó tres versiones en un solo día, según la defensa de los acusados.
Para la defensa de Paul Naranjo, en cabeza del abogado John Cadena, la Fiscalía se contradice entre la imputación de cargos que hizo por el delito de feminicidio y la acusación que ahora presenta ante los jueces, donde señala que su cliente es coautor de la conducta que lo tiene en la cárcel.
La Fiscalía realizó un examen psicológico a Mateo Reyes que será incluido en el juicio y como prueba, al igual que un peritaje que harán en el mismo sentido, a quien conducía la camioneta el día de los hechos, Paul Naranjo. Son evidencias que de acuerdo a la defensa serán determinantes a la hora de establecer las condiciones en las que se encontraban quienes estaban con la víctima.
El abogado Cadena advirtió que otros testigos, que estuvieron en el lugar de los hechos, no fueron indagados por la Fiscalía, incluso uno que descarta cómo un supuesto conductor de plataforma de transporte público llegó primero a la escena, el mismo que según el fiscal del caso se convierte en el principal testigo contra los ahora judicializados.
En esa acusación, la Fiscalía anticipó el material probatorio que será usado en el juicio: 17 páginas que se convierten en la puerta de entrada para este juicio, con un total de 50 testigos entre investigadores, policías y particulares que conocieron en detalle o estuvieron presentes en lugar y hora de los hechos.
“En consonancia con lo anterior se encuentra este delegado que al no haber sobrevenido hasta este momento elemento material o evidencia física alguna que modifique el encuadramiento típico que se hizo al momento de la formulación de imputación se acusa formalmente a Julián Ortegón y Pau Naranjo como presuntos coautores del delito de feminicidio agravado”, se lee en el documento de la Fiscalía.
El inicio del juicio quedó para el próximo 6 de septiembre. Será el escenario jurídico donde la Fiscalía tendrá que demostrar de qué forma llegaron a la conclusión de que se trató de un feminicidio y que los responsables de lanzar a la víctima a la calle fueron efectivamente Naranjo y Ortegón.
En ese juicio la defensa también llevará peritos audiovisuales, médicos y físicos que ayudarán a analizar los videos de seguridad que incluso abrieron una nueva hipótesis de investigación sobre la posibilidad de un carro fantasma involucrado en el caso.