El juicio en contra de Laura Moreno y Jessy Quintero por la muerte de Luis Andrés Colmenares se mantiene en veremos. A cinco años del fallecimiento del joven estudiante, cambios de fiscales y jueces que llevan el caso y otras singularidades judiciales han hecho que el proceso pierda impulso. Ahora fue Paula Astrid Jiménez Monroy, juez 11 de conocimiento, la encargada de llamar la atención en este proceso. Así, este jueves pidió que sean investigados los exfiscales Antonio Luis González y Martha Lucía Zamora (actual secretaria general de la Alcaldía Bogotá) por no destapar a tiempo todas las pruebas. La juez señaló que estas maniobras han afectado durante un año el normal desarrollo del juicio en contra de Laura Moreno y Jessy Quintero, investigadas por falso testimonio, homicidio en calidad de coautoría y encubrimiento, ellas han asegurado que son inocentes. Los reclamos de la juez son por las constantes demoras en la presentación de un informe pericial forense realizado por Máximo Duque, quien estaba citado como testigo en el juicio que debía continuar este jueves. También figuran los análisis de lluvias elaborados por expertos del Acueducto de Bogotá; el testimonio de Manuel Rodríguez, un investigador del caso, y dos informes de los investigadores del caso Gerardo Quintero y Rubén Darío Angulo, todos los anteriores son pruebas en cadena de custodia de la Fiscalía. "Ya se superaron los plazos que se presentaron para la entrega de estas pruebas a los abogados de las jóvenes procesadas, que los requieren para poder interrogar a los testigos. Se decide investiguen a los fiscales responsables de estos retrasos", señaló la juez Paula Astrid Jiménez Monroy. Consultada por el tema al exfiscal Zamora le dijo a Semana.com que cuando asumió el caso recibió del fiscal Antonio Luis González la información en un “completo desorden”.   Según Zamora, en la audiencia del 22 de mayo del 2012 se entregaron los elementos probatorios y la evidencia física de las entrevistas hechas a Laura Moreno, Yessy Quintero y Carlos Cárdenas, y dos informes, uno fotográfico de la reconstrucción del caso con la versión de Laura y otro topográfico. “Lo que hizo falta fueron las comunicaciones a través de las cuales los peritos hacían entrega  de los informes, estos no son elementos trascendentales e importantes, pero en todo caso el responsable es González porque él tenía el deber de descubrir”, reclamó Zamora. Lo cierto es que hace una semana los padres de Luis Andrés Colmenares llamaron la atención para que se le diera celeridad al caso. En una carta entregada por la familia a la juez del caso, revelada por Semana.com, se pide que “se evalúe la posibilidad de reprogramar las sesiones aumentando las mismas, todo de común acuerdo con las partes”. La preocupación no es menor si se tiene en cuenta que desde octubre del 2014, el juicio perdió el ritmo tras el paro judicial y luego de su reinicio se han realizado pocas audiencias. Para lo que resta del año están programadas 14 sesiones, número que para la familia es insuficiente. “Este año con la programación, ni siquiera alcanzamos a terminar las pruebas de la Fiscalía. Si eso es así, qué se puede pensar de las pruebas de la defensa”, aseguró Luis Alfonso Colmenares, padre del joven. La preocupación de la familia Colmenares es tan grande, que a finales de julio le enviaron una carta a la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura para solicitarle al alto tribunal apoyo y que se asigne un juez adicional, ya que a ese juzgado llegaron 240 casos más. La respuesta del alto tribunal a la familia fue que se crearon dos juzgados penales del circuito de conocimiento de descongestión para evacuar procesos y ayudar al juzgado 11. Además también se crearon dos cargos de descongestión para realizar la misma tarea. Para los Colmenares, ahora no existe excusa para que no se le dé celeridad al proceso, ya que con las medidas adoptadas se ha descongestionado el juzgado.