Helbert Otero, el principal accionista de la sociedad Fiduciaria Petrolera (Fidupetrol), se convirtió en protagonista del escándalo de la Corte Constitucional en 2015 en el que resultó salpicado el presidente del alto tribunal, Jorge Pretelt, por presuntamente haber pedido 500 millones de pesos a cambio de favorecer una tutela relacionada con la fiducia.Por estos hechos, la Fiscalía acusó al empresario por el delito de tráfico de influencias, aunque Otero se había declarado inocente en la imputación de cargos.Así, desde septiembre del 2015, Otero fue recluido en la cárcel La Modelo, en Bogotá. Pero este miércoles, justo un año después de haber ingresado en prisión, un juzgado de conocimiento revocó la medida y ordenó su libertad inmediata. Esto se debió a un preacuerdo que firmó con la Fiscalía en el que aceptó el delito que le endilgó el ente acusador.Podría leer: “La mentira de Víctor Pacheco nos tiene en la picota”: Helbert OteroA cambio de someterse a la justicia, el empresario podría reclamar varios beneficios. El cargo por el que fue acusado tiene una pena de cuatro a ocho años de prisión. Sin embargo, al aceptar su participación en los hechos, puede recibir una rebaja de pena de hasta el 50 %, lo que quiere decir que pagaría una condena de dos a cuatro años.Además, como Otero ya estuvo un año en la cárcel, ese tiempo se descuenta de la pena que le ordene un juzgado, con lo que no volvería a estar tras las rejas por este hecho.¿Qué pasaría con las otras personas salpicadas en el escándalo?Según le dijo una fuente enterada del proceso a Semana.com, con el preacuerdo Helbert Otero no se comprometió a declarar contra nadie. No obstante, aceptar el delito apoyaría las acusaciones de la Fiscalía contra los exmagistrados Rodrigo Escobal Gil y Jorge Pretelt, suspendido hace tres semanas de su cargo por el Senado.Versiones iniciales señalaron que los magistrados Alberto Rojas e Iván Palacio, quienes hicieron parte de la selección de la tutela, saldrían perjudicados con el preacuerdo. Sin embargo, con el testimonio de Otero “no habría razones para cuestionarlos”, según indicó esa persona.Esto, pues a pesar de que sus nombres han sido mencionados durante el proceso judicial del caso Fidupetrol, esto no implica su responsabilidad por algún delito. “Nunca se ha insinuado que hayan solicitado o recibido alguna dádiva por la selección. Ellos están por fuera de los hechos centrales del caso”, aclaró esa fuente.Con la firma del preacuerdo, de ser avalado por un juez de la república, el empresario Helbert Otero buscaría cerrar este espinoso episodio de su vida.