Los excapos del Cartel de Cali, Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela se abstuvieron de declarar este martes en el juicio que se le adelanta en la Corte Suprema de Justicia al exdirector del DAS Miguel Maza Márquez, por el magnicidio del excandidato presidencial de Luis Carlos Galán, ocurrido en 1989. Justo este martes, cuando se cumplen 26 años del asesinato del líder liberal y en momentos en que él afronta el juicio, el testimonio de los hermanos Rodríguez adquiere gran importancia para el proceso. Así, para este martes se tenía prevista la declaración de Miguel Rodríguez Orejuela, quien se mantuvo en su posición a la Corte de que sólo declarará cuando pueda testificar en otro juicio que se sigue contra algunos de sus familiares. Consideran que no es justo con su familia, que cuando la justicia considera que su testimonio es clave para un proceso, vaya a buscarlos, pero que ocurra justamente lo contrario cuando ellos quieren testificar para ayudar a esclarecer la situación jurídica de sus familiares. A principios del mes de junio, Gilberto Rodríguez envió una comunicación a SEMANA en la que manifestó que estaba dispuesto a comparecer ante la justicia. En el escrito, fechado el pasado 5 julio, Rodríguez Orejuela declaró que “siempre estaré dispuesto a rendir cualquier declaración que sea solicitada a través de las autoridades competentes y con el visto bueno del Buró de prisiones de Estados Unidos”. Añadió que “nunca me ha llegado citación alguna que no haya atendido” y señaló que “al día de hoy, no he sido notificado oficialmente por la defensa o por el ente investigador para que haga parte del proceso en calidad de testigo o para que rinda declaración”. Sin embargo, los hermanos Rodríguez pusieron una condición para dar este testimonio: poder declarar en los demás procesos que se adelantan en contra de sus familiares. Ellos cuentan que llevan casi cinco años intentando poder ser llamados a un proceso que se adelanta contra casi toda la familia. No han tenido éxito porque la Fiscalía, cuando accedió a recibir su testimonio, argumentó luego que no tiene los viáticos para viajar a Estados Unidos y canceló la diligencia. Se trata de la investigación de lavado de activos por drogas La Rebaja. En esta se vincula las actividades de esta empresa con los dineros del Cartel de Cali. Como los hermanos Rodríguez son el origen de la investigación que se ha hecho a sus familiares, señalan que no encuentran explicación a que no se tome en cuenta su testimonio. La investigación por esa cadena de droguerías ha puesto en aprietos judiciales a casi toda la familia. Hasta el momento han sido procesados 11 familiares y otras 33 personas han estado detenidas. Uno de los casos que más les preocupan a los hermanos es el de Jaime Rodríguez, el hijo de Gilberto. Lleva más de seis años detenido esperando el fallo. Si lo declaran culpable, ya habría pagado su pena. Según cuentan sus familiares, la condena sería de 60 meses y él ya lleva 100. Su hermano Humberto, quien también estaba en ese proceso, salió libre el pasado mes de enero.