Tal como lo anticipó SEMANA, la familia del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, asesinado en noviembre de 1995, a la salida de la Universidad Sergio Arboleda, presentó a la Jurisdicción Especial para la Paz el documento con el que pide que la investigación no la asuma la justicia transicional y que se tome la decisión de expulsar de dicho tribunal a Carlos Lozada, actualmente congresista del partido Comunes.

Para la familia Gómez resulta poco creíble que Lozada haya señalado a Jorge Briceño (el ‘Mono Jojoy’) como la persona que “le había informado por primera vez que las FARC habían asesinado a las víctimas” y, posteriormente, “que él mismo había ejecutado el asesinato mediante sicarios, como reiteradamente lo afirmó ante la JEP”.

Se lee en el documento: “Ante el vacío de evidencias, las contradicciones y falsedades de Julián Gallo Cubillos, como autor declarado principal responsable material o intelectual y la total ausencia de elementos probatorios, confiables o verificables que sustenten la autoincriminación realizada, solicitamos que esa jurisdicción se abstenga de asumir competencia”.

SEMANA reveló un audio en el que se escucha a Reinel Guzmán, exguerrillero, en una conversación que serviría como prueba de una posible amenaza de Carlos Lozada en su contra, por contradecir la versión sobre el magnicidio. De hecho, el documento señala que esta prueba “evidencia que la jefatura de dicha estructura nunca tuvo conocimiento ni autorizó el asesinato de Álvaro Gómez”.

Enrique Gómez, sobrino de Álvaro Gómez y abogado de la familia, señaló que no hay duda de que todo fue pactado en el Acuerdo de Paz de La Habana. “Lozada pudo haberse comprometido a soportar o suministrar la tesis de la autoincriminación de las FARC en el magnicidio. Hubo mucha cosa oculta en La Habana, y en este caso se está desviando la atención para encubrir a una persona: Ernesto Samper”. “Son gravísimas las inconsistencias, las mentiras, y ahora la intimidación de un testigo que él mismo citó”.

“Lo que no deja de sorprender es que esta persona, que era un par en mando con Lozada en el estado mayor conjunto, en el bloque central de las FARC no tenga ninguna referencia concreta sobre la participación de esa estructura en el homicidio”, agrega.

La misma tesis la tiene Mauricio Gómez, hijo del líder conservador, quien en su momento le dijo a SEMANA: “Eso fue un negocio que hicieron en La Habana, firmaron la inmunidad de todos estos tipos, se vinieron a echarse ese cuento y no leyeron ni siquiera los periódicos. Asesinan a Álvaro Gómez dos días después de que piden que el señor Samper deje de ser presidente. Ese día a las FARC les da por matar a Álvaro Gómez. Y otra cosa, se olvidaron 25 años de que habían matado a Álvaro Gómez. De golpe fueron ellos. Una cosa que hace un grupo guerrillero es para decir ’yo lo hice’”.