A la cárcel La Picota fue enviado el policía Wilmer Alarcón, capturado en cumplimiento de una condena a 37 años de prisión por el homicidio de Diego Felipe Becerra en Bogotá.

Este caso ocurrió en 2011, en el norte de Bogotá, cuando el joven artista Diego Felipe Becerra fue sorprendido por varios uniformados de la Policía mientras realizaba un graffiti y en la persecución resultó fue herido mortalmente por el disparo de uno de los uniformados. Tres años después, fue condenado el patrullero Wilmer Alarcón, sin embargo al conocer la condena el uniformado ya estaba prófugo de la justicia.

Ahora, ya capturado, todo parece indicar que solicitarán protección especial para Alarcón, con el objetivo de que avance un proceso de colaboración por parte de este, el cual involucraría a varios oficiales de la Policía Nacional.

De acuerdo con Gustavo Trejos, padre de joven fallecido Diego Felipe Becerra, la vida del uniformado estaría en peligro, teniendo en cuenta que la información con la que él contaría -Alarcón-, podría salpicar a dos generales de la república y varios coroneles.

Vale recordar que casi diez años después la Fiscalía encontró el pasado fin de semana al patrullero Alarcón en la ciudad de Yopal, en el departamento de Casanare y escondido. Hasta allá llegó el Cuerpo Técnico de Investigación CTI para notificarle la condena que corría en su contra a 37 años de prisión por el delito de homicidio.

“A una vivienda del barrio Llano Lindo en la ciudad de Yopal (Casanare) llegaron funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación que, gracias a labores de policía judicial lograron, junto a miembros del Gaula Ejército, capturar en la mañana de este domingo al exagente de la Policía Wilmar Antonio Alarcón Vargas”, señaló la Fiscalía en comunicado al confirmar la captura del uniformado.

Como lo indica el procedimiento en este tipo de eventos, la Fiscalía tuvo que legalizar la captura de este expatrullero ante un juez de control de garantías de la ciudad de Yopal, posterior a esto se ordenó su traslado a la ciudad de Bogotá y el Instituto Nacional Penitenciario confirmó que el uniformado en retiro sería trasladado a la cárcel La Picota en el sur de la capital.

“La detención se dio en cumplimiento de una orden judicial proferida por el Centro de Servicios Judiciales del Complejo Judicial de Paloquemao en Bogotá; y se hizo efectiva en el lugar donde, al parecer, el expolicía se ocultaba de las autoridades”, señalaron los investigadores que adelantaron el procedimiento de captura.

El patrullero resultó capturado luego de una larga investigación de la Fiscalía que concluyó además con el plan para llevar a un engaño a las autoridades a través de testigos falsos, pruebas y montajes judiciales que intentaron ubicar a la víctima como el responsable de participar de un supuesto atraco a un bus de servicio público en esa zona de la ciudad.

Por esta misma causa también fue investigado quien era el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá para la fecha de los hechos, el general Francisco Patiño, además de dos coroneles y algunos funcionarios que estaban vinculados a la metropolitana. “Fue condenado por el Juzgado 43 del Circuito de Bogotá a 37 años, 6 meses y 1 día de prisión tras ser hallado responsable del delito de homicidio agravado del que fue víctima el joven Daniel Felipe Becerra, en hechos ocurridos en agosto del 2011 en Bogotá”.

El patrullero Wilmer Alarcón fue destituido de la Policía en el año 2016 como parte del proceso disciplinario que se inició en la institución por cuenta de la muerte de Diego Felipe Becerra y las irregularidades en la investigación.

Tras la notificación, que fue sorpresiva para la familia, los padres del joven grafitero reaccionaron, agradeciendo el actuar de las autoridades pese a las demoras que se dieron en el caso, pues la condena se dio en 2017, al tiempo que exigieron garantías para la seguridad de Alarcón, con el fin de que pueda contar la verdad.

“Para nosotros es excelente la noticia. Le decimos al policía que diga la verdad. Nosotros sabemos y solicitamos como familia que se le brinde una protección especial al policía porque sabemos que la vida de él corre peligro. Cuando lo dejaron libre, fue porque podría involucrar a generales y más coroneles dentro del proceso de la alteración de la escena del crimen y el falso positivo que hicieron para para ocultar el asesinato de Diego Felipe; y pues le diríamos a Wílmar, si pudiéramos hablar con él, que diga la verdad”, fueron las palabras del padre del joven, Gustavo Trejos, en conversación con Noticias RCN.