La permanencia del expresidente Álvaro Uribe en el búnker de la Fiscalía este martes fue sólo de 35 minutos. Allí llegó con su defensor, Jaime Granados, para cumplir la primera etapa en una denuncia que, por injuria y calumnia, interpusieron contra el ‘hacker’ Andrés Sepúlveda. Como se sabe, Sepúlveda aseguró en una entrevista a SEMANA que Uribe tenía pleno conocimiento de las movidas supuestamente irregulares que se daban en el equipo de campaña del exaspirante presidencial Óscar Iván Zuluaga. Dichas acciones derivaron en la interceptación ilegal de las comunicaciones de los delegados del Gobierno y la guerrilla en el proceso de paz que se escenifica en La Habana, con el fin de hallar argumentos para desprestigiarlo y ganar puntos frente a Juan Manuel Santos, que finalmente ganó su reelección. Uribe y Sepúlveda tenían cita para hoy, un cara a cara para cumplir con el trámite de conciliación, como primer paso dentro del proceso instaurado por el exmandatario. Sepúlveda llegó al despacho con un chaleco antibala y custodiado por cerca de 40 hombres. Y aunque él y Uribe se vieron las caras, no cruzaron palabra alguna. La audiencia duro cinco minutos luego de los trámites normales y no hubo conciliación. Esto quiere decir, según el protocolo judicial, que la causa penal en contra del hacker continúa. A su salida del búnker de la Fiscalía, el expresidente Uribe aseguró que “ni los doctores Óscar y David Zuluaga, ni Luis Alfonso Hoyos ni persona alguna me trajo (sic) información sobre temas que les hubiera transmitido el señor Sepúlveda. Al señor Sepúlveda no lo identifico. Si de la campaña me hubieran preguntado por él, les habría recomendado no contratarlo por el solo hecho de haber trabajado con el señor J. J. Rendón y el presidente Juan Manuel Santos”. Uribe continuó con su relato al término de la audiencia este martes. Dijo que "trabajaba para la campaña. Me informé cuando publicaron el escándalo para afectar al candidato Óscar Iván Zuluaga. Esta falacia del hacker no tuvo más explicación que tapar la noticia del dinero del narcotráfico pagado a asesores políticos del presidente Santos y de la información y sobre el eventual ingreso de esos dineros para su campaña en el 2010”. Y es que, como él mismo lo ha dicho, Sepúlveda primero trabajó en las campañas de La U que fueron asesoradas por el venezolano J. J. Rendón, que a la postre terminó enredado en un capítulo sin esclarecer en la Fiscalía: la presunta entrega de millonarios recursos a la campaña santista provenientes, según se dijo, de negocios poco claros. “En el caso del señor Sepúlveda estamos ante un joven con trastornos mentales. A quien indujeron en falso testimonio e infiltraron en la campaña y a quien mantienen confinado en el búnker, cuya débil psicología ha sido manipulada y torturada por la Fiscalía General, lo cual genera el mayor daño a la Justicia”, dijo Uribe. El expresidente no ahorró el momento para comentar sobre la situación de su exdirectora del DAS María del Pilar Hurtado. “De la misma forma, la Fiscalía presiona a María del Pilar Hurtado, a quien tiene bajo su dominio en el búnker con el pretexto de que quiero hacerla asesinar a fin de que mienta en mi contra con el beneficio de reducirle la injusta condena”, concluyó.