Este jueves el fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, ordenó dar un giro de 180 grados frente a la reciente decisión de la entidad de archivar el proceso en contra del ex paramilitar Alejandro Cárdenas, ‘J. J.’, vinculado al caso por el secuestro, la tortura y la violación de la periodista Jineth Bedoya. En primera instancia, decidió relevar a la fiscal 49 de la Unidad de Derechos Humanos por presuntas irregularidades en su decisión de desvincular del proceso a Cárdenas y otorgarle la boleta de libertad que se hizo efectiva en la noche del pasado martes. Igualmente, el jefe del ente acusador decidió expedir una nueva orden de captura contra ‘J. J.’ al constatar que fueron mal evaluadas las pruebas en su contra y considerar que sí está relacionado con la agresión contra la comunicadora. “Se ordenó la nulidad en la investigación que precluyó a favor de Alejandro Cárdenas, alias ‘J. J.’, por el secuestro, la tortura y el abuso sexual de la periodista Jineth Bedoya, al encontrar graves errores de fondo y de forma” sostuvo Montealegre. ‘Reproceso’ La resolución de analizar la decisión de la fiscal 49 fue tomada en la tarde del miércoles y estuvo a cargo de la directora de Articulación de la entidad, Ana Katarina Heyck Puyana, que tomó las riendas del asunto. “En este momento, con base en la Resolución 278 que emitió el fiscal general, estamos adelantando un comité técnico-jurídico al caso de Jineth Bedoya”, expresó la funcionaria este jueves. Según pudo establecer ese cuerpo colegiado, “la decisión adoptada por la fiscal 49 no fue consultada ni con el director de Derechos Humanos ni con el despacho del fiscal general”. “Como consecuencia de la nulidad, la Fiscalía ordenó reactivar la detención preventiva y la captura contra alias ‘J. J.’”, puntualizó Montealegre. Añadió el jefe del ente investigador que “La fiscal será removida del caso y se le asignará a otro fiscal. Por ahora (la funcionaria saliente) será investigada por el presunto punible de prevaricato”. ‘J. J.’, que estuvo preso en la cárcel La Picota de Bogotá, estaba asegurado desde septiembre del 2012. Ya en agosto del 2011 había confesado su participación en los hechos -como integrante del bloque 'Centauros' de las AUC-. Ante la Justicia aceptó haber participado en el secuestro y la tortura de la comunicadora (no así la violación). Luego, inexplicablemente, se retractó.