En la mañana de este martes inició una nueva inspección judicial en la vivienda donde fue hallado muerto el estilista Mauricio Leal y su mamá Marleny Hernández el pasado 22 de noviembre de 2021.

Hasta la casa ubicada en el municipio de La Calera (Cundinamarca) llegaron agentes del CTI, con el objetivo de recolectar las pruebas solicitadas por el fiscal del caso.

Esto con el fin de seguir armando el complejo rompecabezas que se ha convertido este proceso judicial. Por ahora, las únicas conclusiones es que las puertas y ventanas de la vivienda de Leal, que está en un conjunto cerrado con un completo esquema de seguridad, no fueron forzadas.

Igualmente, que no se trató de un robo puesto que muchos objetos de valor estaban en perfecto estado. Los investigadores quieren verificar si el o los asesinos (no se ha llegado a una conclusión sobre si fue un acto individual o grupal) se llevaron un documento en específico.

El ente investigador maneja este caso como un doble homicidio. Esto después que se descartara por completo la hipótesis del suicidio.

El cuerpo de investigadores quiere establecer quién escribió la “carta de despedida” de Leal y que apareció convenientemente al lado de su cuerpo. Así como la persona que escribió mensajes desde su WhatsApp a personas cercanas esa tarde.

En dichos mensajes, la persona que se hacía pasar por el estilista canceló varias citas y le pidió a la empleada doméstica que no fuera a la casa porque quería dormir, algo atípico según ella ha manifestado.

Teniendo en cuenta estos factores, la tesis que Leal y su madre le abrieron la puerta de la vivienda a un conocido cobra más fuerza.

Jhonier Leal, hermano menor de Mauricio, y Jairo Ruiz, conductor y uno de los hombres de confianza del estilista, ya le detallaron a la Fiscalía General la forma en cómo encontraron los cuerpos y la reacción que tuvieron cuando se toparon con la trágica escena.

La Fiscalía General igualmente maneja otra línea de investigación por un presunto lavado de activos. Por esto, a mediados de diciembre realizaron una inspección en la peluquería de Mauricio Leal, ubicada en el norte de Bogotá, y otras empresas de las cuales el estilista era socio o inversor.

En las inspecciones se revisaron las finanzas de la peluquería y se adelantaron entrevistas con las personas encargadas. Para los investigadores, existe un gran vacío en este tema puesto que la peluquería invertía más dinero del que le entraba.

Igualmente, hay muchos soportes contables que faltan o que se habrían alterado. La Fiscalía General tiene como hipótesis que el crimen del estilista y su madre estaría relacionado directamente con esas actividades ilegales.

Por el momento, son muchas las piezas que están sueltas en este rompecabezas judicial que promete seguir siendo uno de los casos judiciales más sonados este año.