El proyecto para hacer navegable el río Magdalena sigue de tropiezo en tropiezo. Pero ahora surgió su principal obstáculo con la decisión del banco Sumitomo de no financiar las obras, con lo cual quedarían en suspenso.La entidad financiera del Japón, que llevaba más de un mes estudiando si otorgaba los recursos para este proyecto valorado en 2,5 billones de pesos, declinó participar ante los escándalos por sobornos de la firma de ingeniería brasileña Odebrecht.Esta compañía tiene una participación del 87 por ciento en el consorcio Navelena, encargado de ejecutar el proyecto. El otro 13 por ciento restante corresponde a la firma Valorcom, de la familia Gerlein.Le recomendamos: ¿Odebrecht pagó gastos de campaña de Zuluaga?Ante esta decisión, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) anunció que hay un plazo final que se vence el próximo 22 de febrero para que el consorcio presente un nuevo financiador. De no conseguirlo se caducaría el contrato se abriría un nuevo proceso de licitación.Sin embargo, con el corto tiempo previsto y teniendo en cuenta los problemas reputacionales de Odebrecht es muy difícil que Navelena logre la financiación, razón por la cual cada vez se abre más espacio la vía de una nueva licitación, un proceso de demoraría por lo menos un año más el inicio de las obras.Le puede interesar: Así nació (y crece) el escándalo Odebrecht en BrasilEste es un gran revés para esta iniciativa que lleva décadas esperando que se materialice y que permita que el principal río del país pueda hacerse navegable con el fin de facilitar el tránsito de barcazas que disminuirían el costo del transporte de carga.Este proyecto, al igual que la Ruta del Sol, Sector 2, está en la mira de la Fiscalía General de la Nación que revisa si hubo pago de sobornos.