Para el fiscal tercero Javier Fernando Cárdenas Pérez el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve -considerado el testigo clave en la investigación contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez- incurrió en constantes y recurrentes contradicciones en las declaraciones quesin le dio a la Corte Suprema de Justicia el 28 de febrero de 2018 en la cual hizo referencia a las presiones que habría ejercido el abogado Diego Cadena.

En esa oportunidad, Monsalve aseguró que fue convencido por Enrique Pardo Hasche, su compañero de celda, para que recibiera al abogado Cadena. El jurista, quien se presentó como representante de Álvaro Uribe Vélez le habría ofrecido beneficios económicos y asesorías para que se retractara de las acusaciones que había hecho en contra del expresidente.

Toda esa conversación fue grabada por Monsalve utilizando un reloj espía que había recibido pocas semanas antes. Los videos de la cámara de seguridad de la cárcel La Picota permiten evidenciar que, pese a su dicho, Monsalve nunca estuvo a solas con el abogado puesto que siempre estuvo presente un guardia del Inpec.

Cadena le habría puesto de presente el hecho que él contaba con el poder de “meterlo” a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Sin embargo, para el fiscal, en los audios que le envió la Corte Suprema a la Fiscalía General no aparece “nada” de lo que declaró Monsalve ante el alto tribunal.

Igualmente, se observa el momento en el que Monsalve se dirige al baño y cuando regresa a la mesa ya tenía el reloj. contrariando su declaración juramentada. El fiscal del caso relató detalladamente que el exparamilitar aseguró que no sabía cómo utilizar el mencionado aparato tecnológico, pero en los videos se puede ver que tiene gran experticia en el uso del mismo.

Captura de video de la reunión entre el abogado Diego Cadena y el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve en la cárcel La Picota. | Foto: Captura de video

En uno de sus puntos centrales de su intervención, el delegado del ente investigador aclara que el reloj de Monsalve nunca se le fue entregado a la Corte Suprema ni a la Fiscalía General; todo lo grabado llegó en una memoria USB, lo que permite y facilita la alteración y edición de su contenido. El fiscal anunció que cuenta con un informe del CTI que concluye que el audio fue editado.

Igualmente, cuestionó la grabación que hizo Deyanira Gómez, entonces esposa de Monsalve, en una reunión que sostuvo con el abogado Cadena en una cafetería en el centro de Bogotá. Este archivo de audio tampoco le fue enviado en “original” a la Fiscalía.

Este hecho, anticipó el fiscal, será clave en la petición de preclusión a favor del expresidente Uribe puesto que no existe copia original de la grabación de las supuestas presiones de Diego Cadena a Monsalve.

Tras esa reunión, Monsalve reconoció que llamó directamente al congresista Iván Cepeda para comentarle lo ocurrido, reseñando que lo había buscado un abogado de Uribe para que se retractara.

Uribe no tuvo conocimiento de las reuniones

Citando a tres testigos, el fiscal concluyó que el expresidente Álvaro Uribe no tuvo conocimiento de la reunión sostenida entre Diego Cadena y Monsalve el 22 de febrero de 2018 en la cárcel La Picota de Bogotá.

Con esta premisa se sostendrá que el exmandatario nunca le ordenó a Cadena hacer ofrecimientos de ningún tipo a Monsalve y mucho menos ejercer presiones para que cambiara su versión.

Lo único para lo que había contactado a Cadena era para corroborar unas versiones que le habían llegado por intermedia persona, entre ellas el exministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, sobre la existencia de un complot en su contra.