Un terrible caso de maltrato infantil tiene consternada a la comunidad de la vereda El Carmelo, del municipio de Guapi (Cauca), tras conocer que una madre roció con alcohol a su pequeña hija de 4 años de edad, para posteriormente prenderle fuego, al parecer, como castigo por haberse portado mal.
De acuerdo con las autoridades, el caso fue denunciado por la abuela de la menor, por lo que de inmediato la trasladaron al centro asistencial local, sin embargo, por la gravedad de las heridas tuvo que ser llevada hasta el Hospital San José en la ciudad de Popayán.
“Como Institución rechazamos estos hechos y todo acto de violencia que afecte la vida e integridad de los niños, niñas y adolescentes. La niña sufrió quemaduras de segundo grado en cerca del 40 por ciento de su cuerpo”, indicó el comandante de la Policía del Cauca, coronel José Ricardo Archila Zapata.
Entretanto, desde el hospital habrían indicado que la menor presentó las quemaduras en el tórax, las extremidades, el abdomen y los glúteos; asimismo, que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente, pero deberá ser sometida a más cirugías y tratamientos.
Por ahora, la niña se encontraría estable; mientras que la Policía de Infancia y Adolescencia se encuentra investigando este caso de maltrato infantil.
De otro lado, en la ciudad de Cúcuta, se presentó el terrible caso de un menor de edad que fue brutalmente golpeado por el esposo de su hermana. SEMANA conoció que el niño permanece en un centro de salud recibiendo atención médica.
De acuerdo con la grabación de una cámara de vigilancia, este hecho ocurrió en el barrio Trigal del Norte, cuando la víctima, de 11 años, se encontraba afuera de una casa en compañía de otro niño.
En el fragmento se logra ver a los menores departiendo en el andén de la residencia de su hermana, quien al momento de salir de la casa, aparece su esposo desde la calle caminando hacia donde están los niños con la mujer y se abalanza contra uno de ellos.
Este hombre de manera indiscriminada golpea fuertemente al menor en su rostro, haciéndolo que se caiga de para atrás y se tropiece contra un árbol que hay en este lugar para luego manotearlo en la cabeza.
Ante esta situación, SEMANA contactó al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), seccional Cúcuta, que detalló que el menor vive en otro barrio de la ciudad con la madre, quien ya interpuso una denuncia contra el agresor.
“El niño está en el hospital, está al pendiente de unas valoraciones médicas, por lo que estamos a la espera para nosotros iniciar con todo el proceso pertinente. Por ahora está la atención en salud como prioridad debido a que el niño tiene unos golpes en la nariz y estamos dependiendo de unos diagnósticos de otorrino”, señaló en este medio Jessica Flórez, directora regional del ICBF.
Hasta el momento, la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) está tras la captura del agresor, quien se desconoce su paradero. Asimismo, la Policía de Infancia y Adolescencia se encuentra haciendo acompañamiento al menor.
Este panorama deja al descubierto el ultraje y el maltrato al que son sometidos los niños en el país, no solo con explotación sexual, sino con las agresiones que siguen sufriendo en sus propios hogares, de partes de sus familiares.
Así lo evidencia un informe entregado por Medicina Legal al Congreso de la República, en el marco del primer año de implementación de la llamada ‘ley antichancleta’, que prohíbe el uso de la violencia física como forma de castigo a los menores.
A pesar de que esta norma establece mecanismos para que el Estado formule programas de orientación pedagógica para que los padres o acudientes no maltraten a los menores, la realidad es que, contrario a lo que se esperaba, las agresiones, en vez de disminuir, aumentaron.