En un importante golpe contra el tráfico de estupefacientes en Colombia, la Fiscalía General de la Nación logró desmantelar una red de narcotráfico que operaba en el sur del país. Cuatro personas, presuntamente involucradas en la adquisición y distribución de drogas ilegales, ahora enfrentan medidas de aseguramiento en un establecimiento carcelario.
Los capturados, identificados como Mauricio Ospina, alias Mao; Luis Álvaro García García, alias Burbuja; Amador Giraldo Ospina, alias Tato; y José Johan Orozco Benjumea, alias Gio o Giovanny, fueron detenidos en una operación conjunta llevada a cabo por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), la Policía Nacional y el Ejército Nacional. Esta acción se desarrolló en los municipios de Miranda, Cauca; Chinchiná y Manizales, Caldas.
Según las investigaciones de las autoridades, los implicados presuntamente formaban parte de una organización criminal dedicada a la adquisición de estupefacientes en Corinto, Cauca, para posteriormente distribuirlos en diversas regiones, incluyendo Manizales, Caldas; La Pintada e Itagüí, Antioquia, y Chachagüí, Nariño. El aspecto peculiar de su operación radicaba en el uso de vehículos previamente robados para el transporte de las sustancias ilícitas.
La Fiscalía ha reunido pruebas que vinculan a los detenidos con al menos siete incidentes delictivos ocurridos entre octubre de 2020 y febrero de 2023. Como resultado de estas acciones, las autoridades lograron incautar un total de 1.747 kilogramos de marihuana y 8,52 kilogramos de cocaína, representando un significativo golpe a las actividades de narcotráfico en la región.
La Fiscalía formuló cargos contra los sospechosos por los delitos de concierto para delinquir con fines de narcotráfico y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. Es importante destacar que ninguno de los acusados ha aceptado los cargos, por lo que se espera que enfrenten un proceso judicial para determinar su grado de responsabilidad en los hechos que se les imputan.
Cayó alias Bula, cabecilla del Clan del Golfo en el Bajo Cauca antioqueño
Por otro lado, las autoridades dieron un fuerte golpe a una de las facciones del Clan del Golfo, que opera en la región de Bajo Cauca en Antioquia, mediante la detención y el procesamiento de Fredy José Rivera Cochero, conocido como alias Bula, quien se presume es el líder financiero de la subestructura Uldar Cardona Rueda.
Según la evidencia reunida por la Fiscalía, alias Bula desempeñaría un rol fundamental en la consolidación del sistema de tráfico de drogas ilegales, particularmente en la producción y distribución de clorhidrato de cocaína con destino a Centroamérica. Además, se le acusa de controlar el territorio y de estar involucrado en desplazamientos forzados, especialmente en las zonas rurales de los municipios de Ayapel, Puerto Libertador y San José de Uré en Córdoba, así como en Nechí, El Bagre y Cáceres en Antioquia.
Las investigaciones también sugieren que Rivera Cochero, quien habría promovido actividades relacionadas con la minería ilegal en el Bajo Cauca, estaría vinculado a la alteración del orden público durante el llamado ‘Paro minero’, llevado a cabo en marzo y abril de 2023.
En respuesta a estas acusaciones, un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales (Decoc) ha iniciado acciones legales contra alias Bula, imputándole los cargos de concierto para delinquir agravado y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones. Sin embargo, a pesar de las pruebas presentadas en su contra, el acusado no ha reconocido su culpabilidad.
Siguiendo la solicitud de la Fiscalía, un juez de control de garantías determinó que Rivera Cochero debe ser detenido en un centro penitenciario como medida de seguridad mientras se desarrolla el proceso judicial.
Precisamente, otro de los involucrados en promover el paro minero fue capturado, en marzo pasado. Se trata de Oswaldo Ibáñez Herrera, conocido como el Flaco. Fue detenido por las fuerzas del Ejército Nacional en el corregimiento Puerto Bélgica del municipio de Cáceres, en Antioquia, al encontrarse en posesión de una granada de fragmentación que, aparentemente, estaba utilizando para intimidar a los comerciantes y obligarlos a cerrar sus negocios.