Un ‘narco invisible’ que comenzó como lanchero de la mafia terminó colgando en su cuello cadenas de oro de hasta 70 millones de pesos. Se trata de Juan Antonio Gil Díaz, alias Toño, quien recientemente fue capturado en un operativo coordinado entre la Policía Nacional, la Fuerza Aérea Colombiana y la Fiscalía General de la Nación.
La detención se logró gracias a un trabajo articulado que también contó con el apoyo de las autoridades de Francia. Alias Toño venía emulando las excentricidades del capo Pablo Escobar, pues venía construyendo su propia versión de la Hacienda Nápoles.
Toño, de origen venezolano, venía desempeñándose como proveedor de estupefacientes, armas y explosivos del Tren de Aragua. Además, es señalado de ser socio del prófugo Héctor Rusthenford Guerrero, alias Niño Guerrero, máximo líder de dicha organización.
El complejo recreacional de Gil Díaz, ubicado en zona rural del municipio de Paratebueno (Cundinamarca), ya contaba con cuatro grandes y modernas construcciones, una piscina de gran tamaño, amplias zonas de juegos y un exclusivo bar con toda clase de licores importados. Adicionalmente, en sus praderas pastaban caballos de paso fino y más de un centenar de cabezas de ganado.
Fue en ese mismo sitio donde las autoridades colombianas ubicaron en las últimas horas a alias Toño, en cumplimiento de una notificación roja emitida por la Organización Internacional de Policía (Interpol), por los delitos de tráfico de estupefacientes y asociación para delinquir.
La operación final para visibilizar a alias Toño comenzó en noviembre pasado, cuando las autoridades francesas alertaron a la Policía Nacional sobre la posible presencia de este delincuente en Colombia, a quien investigan desde marzo de 2023 como presunto responsable de un cargamento de ocho toneladas de cocaína incautadas en la Guyana Francesa.
Posteriormente, el director general de Policía Nacional, general William Salamanca, lideró una estrategia de búsqueda que permitió comprobar que, en 2020, había llegado a Bogotá, donde se mimetizó en un exclusivo apartamento, para luego trasladarse a Villavicencio y Puerto López, donde posaba de próspero ganadero.
A través de testaferros, Toño adquirió vastos terrenos en Paratebueno, en la frontera con el departamento del Meta, donde seguía fungiendo de exitoso empresario. Siempre se movilizaba en camionetas blindadas de alta gama, protegido por escuadrones de motocicletas.
“Sin embargo, la activa cooperación interinstitucional e internacional permitió establecer que, desde pistas clandestinas ubicadas en Meta y Casanare, transportaba cargamentos de droga hacia Venezuela, de donde huyó hacia Colombia tras una operación en el estado de Sucre, donde las autoridades de ese país le desmantelaron dos centros de acopio de estupefacientes y le incautaron más de 52 fusiles, munición, cuatro embarcaciones y un semisumergible”, precisó la Policía.
A su vez, indicó que, durante la operación, se incautaron 40 millones de pesos y 3.200 dólares en efectivo. También fueron capturados otros cuatro integrantes de esta misma organización, conocidos con los alias de Felipe, Maikel, José y Ángel, quienes lideraban el equipo de seguridad del cabecilla.
Los capturados deberán responder por el delito de tráfico, fabricación o porte de armas, ya que en el lugar se encontraron ocho pistolas, entre ellas cuatro marca Five-Seven, 17 proveedores, 206 cartuchos y siete radios satelitales.
“Con este contundente golpe, continuamos desenmascarando narcos invisibles, desmantelando el Tren de Aragua y diezmando el crimen organizado transnacional”, destacó el general Salamanca.
“Vendrán una segunda y hasta una tercera fase de esta investigación, las cuales nos permitirán identificar a la totalidad de los integrantes de esta organización, aplicarles extinción de dominio a docenas de bienes e identificar sus tentáculos en el exterior”, apostilló el director de la Policía.