Este miércoles la Policía Nacional informó que en el marco de la operación Agamenón las autoridades dieron con el paradero de ‘Gordo Rufla’, integrante de 29 años del Clan del Golfo, quien se encontraba en la capital del departamento de Córdoba liderando reuniones para coordinar el envío de droga desde el Urabá antioqueño hacia Centroamérica, México y los Estados Unidos.
De acuerdo con la Policía, tras las investigaciones adelantadas, en las que también participó el FBI, y atendiendo una orden de captura con fines de extradición, el implicado, identificado como Juan Carlos Cuesta Córdoba y quien fue capturado en un exclusivo sector de Montería, también fue señalado de ser el hombre de confianza del máximo cabecilla del Clan del Golfo, alias ‘Otoniel’.
Asimismo, la Policía detalló que este hombre, que al parecer recibía órdenes directas de alias ‘Chiquito Malo’, segundo en la línea criminal de este grupo armado organizado, también estaría implicado en el acopio y envío de toneladas de cocaína hacia los Estados Unidos en lanchas y otros medios de transporte.
Del mismo modo, la Policía indicó que con la ayuda de las autoridades de Estados Unidos y la Fiscalía General de Colombia, hasta el momento han rastreado bienes por más de 80.000 millones de pesos, droguerías, ferreterías, apartamentos, casas, vehículos, así como joyas avaluadas en más de 100 millones de pesos que regalaba a sus novias.
“Dentro de las informaciones particulares que los investigadores venían recolectando está su debilidad... Y lo digo así porque compraba joyas por más de 100 millones de pesos, cadenas con diamantes, vírgenes, cristos, coronas, que les regalaba a muchas de las novias, entre comillas, que tenía”, señaló el director general de la Policía, Jorge Vargas.
Asimismo, según informa la entidad, este hombre se estaba moviendo para evadir a las autoridades entre el departamento del Atlántico, Bolívar, Sucre, Córdoba y en zonas de campamento del Clan del Golfo cercanas a laboratorios y sitios de acopio y almacenamiento de cocaína. “Se citaba en estribaciones del Nudo de Paramillo con el segundo de la organización, ‘Chiquito Malo’, para recibir las instrucciones de tráfico de cocaína del cabecilla de la organización delincuencial Clan del Golfo, ‘Otoniel’.
Sumado a esto, el general Vargas, director general de la Policía, informó que el implicado en estos actos delictivos acudía a ritos de brujería para cambiar de lugar, así como para transportar la droga. “Esta persona cambiaba frecuentemente de lugar de habitación, de residencia con mitos de santería, de brujería; incluso tenemos evidencia clara, certera, en donde en sus botes que iban a ser utilizados para traficar con la cocaína, hacía rezos de santería y, reitero, de brujería. En varias de las caletas igualmente efectuaba estos ritos”, explicó el funcionario.
Pese a su juventud, el ‘Gordo Rufla’, quien llevaba más de 10 años en el Clan del Golfo, ya era considerado como uno de los narcotraficantes más importantes de la organización. Incluso estaría ocupando el lugar alias ‘Falcon’ o ‘Andrés’, capturado recientemente por la Policía Nacional y la Fiscalía en Medellín.