Más de 30.000 censistas recorrieron el país tocando de puerta en puerta los hogares colombianos para conocer la estadística más actualizada de la población del territorio. En cada región, los funcionarios del DANE encuestaron a los ciudadanos con el propósito de conocer cuántas personas conforman las familias y las condiciones socioeconómicas en las que viven. Puede leer: Los números detrás de los rostros que viven en la calle Según el Dane, recolectar estos datos tenía como fin consolidar la información necesaria para diseñar las políticas públicas de los próximos años. La estadística, recogida desde el 9 de enero con una primera fase electrónica a través del eCenso, hace parte de un informe preliminar que el Dane completará en las próximas semanas. Lo que sigue es realizar la validación de los datos para lo que se necesita un cruce de información, entre otras herramientas que permitan corroborar el resultado final del censo.  Durante la presentación del balance, el director de la entidad, Juan Daniel Oviedo, reconoció las dificultades que enfrentó la entidad para poder realizar la encuesta. Por ejemplo, en plena campaña presidencial el formulario online que debían deligenciar los ciudadanos para ser encuestados fue víctima de noticias falsas y la desconfianza de los colombianos hacia el proceso creció rápidamente.

Muchos hogares, se negaron en un principio a participar del censo porque creyeron que esta información sería utilizada con propósitos diferentes a los planteados por el Dane. Además, en algunos territorios del país, la actividad ilegal de varios grupos de narcotráfico impidió que los encuestadores pudieran llegar a decenas de familias. En Tumaco, por ejemplo, la presencia de la estructura criminal de alias Guacho impidió la labor.  Además, la entidad tuvo que asumir los riesgos de realizar el censo durante un tránsito de gobierno que implicaba que una buena parte del aparato estatal paralizado. "A pesar de las implicaciones que tiene la tercerización de los servicios de empleo y transporte para el desarrollo de esta actividad estadística, el gobierno se vio abocado a encontrar la única salida para poder desarrollar esta operación a través del convenio interadministrativo con Fonade", explicó Oviedo. La ola invernal también frenó el censo cuando ya estaba en campo, los problemas de seguridad en el Catatumbo, las negociaciones con poblaciones campesinas en el Cauca, también hicieron parte de los efectos sistémicos encontrados por la entidad. Por esta y otras razones, en 57 municipios del país no se ha podido realizar el cierre del censo. "Esperamos tener un dato más preciso sobre estos municipios", reconoció Oviedo al explicar los detalles que se encontraron en algunos de estos territorios como en San Andrés.  En este lugar, aproximadamente 9.000 hogares no qusieron ser encuestados, es decir, no le abrieron la puerta a los encuestadores del Dane. "En San Andrés la relación con la población censal tuvo tropiezos desde el inicio de la operación censa", manifestó Oviedo. El director aseguró que para solucionar este problema, la entidad empleará un cruce datos entre la información que recolectaron los censitas y los registros administrativos de la población raizal.  En contexto: Estas son las mentiras sobre el censo que llegan a su Whatsapp Sin embargo, con la información preliminar, el director del Dane confirmó lo que se esperaba según cuentas conocidas previamente: "Está clarísimo que no vamos a poder ser 50 millones de colombianos, pero vamos a ver este número crecer", dijo. Oviedo también aclaró, no hay modelo de proyección exacto para decir a cuántos colombianos llegaremos en cierto momento. "Queremos darle la confianza al país que la cifra sale sola y es el resultado de condiciones demográficas muy particulares de cada región que estamos teniendo en cuenta".  "El proceso sí ha tenido unas vulnerabilidades administrativas", reconoció Oviedo cuando se le preguntó por el elevado costo del censo. Sin embargo, explicó que durante el proceso, la desconfianza sobre el censo electrónico fue uno de los obstáculos más fuertes del proceso. En ese momento, incluso, fue necesaria la intervención de Naciones Unidas.  Le puede interesar: A la sombra de Bogotá: seis claves para entender los líos de Soacha El director no arrojó muchos datos sobre el resultado estadístico. Sin embargo, reconoció que Kennedy, Usme, Suba y Ciudad Bolívar son las localidades en las que se encontró una densidad poblacional mayor a la esperada. En la próxima semana, se espera que la entidad pueda completar el cierre del censo en los lugares que hacen falta y que la información sea el espejo más fiel del número de colombianos y su condición poblacional.