Un malestar ronda la Comisión de la Verdad. Uno de sus miembros, el comisionado Carlos Guillermo Ospina envió hace unos días una sentida carta en la que dirigió un duro duro reclamo por la anulación de un simposio que organizaba para debatir el concepto de persona protegida y al que estaba invitado el coronel en retiro Hernán Mejía, condenado a 14 años por sus nexos con paramilitares en hechos relacionados a falsos positivos. Por cuenta de este episodio, la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore) acusó a la entidad de “censura institucional”.  En un comunicado firmado por el brigadier general en retiro Jaime Ruiz Barrera, presidente de esa asociación y su secretario general, el general en retiro Guillermo Bastidas, la colectividad asegura que “las Fuerzas Militares de Colombia (han sido objeto de censura) por parte de la Comisión de la Verdad, en cabeza de su director el sacerdote jesuita Francisco de Roux”. Esto por cuenta del supuesto veto a la participación de tres oficiales del Ejército en un simposio sobre falsos positivos, que en el texto llaman “ejecuciones extrajudiciales dentro del marco del conflicto armado”.

De acuerdo con la carta, los oficiales participarían como ponentes, según se había acordado con la comisión, pero el ente habría determinado no contar con ellos. Por eso, Acore calificó como “cuestionable e inaceptable” la determinación pues, en su opinión, esto “confirma una vez más lo que últimamente se ha hecho público, en relación con la posición sesgada y excluyente de esta comisión, motivo por el cual no ha generado mayor credibilidad en el ámbito social y en particular, en lo concerniente a su verdadera razón de ser, en cuanto a reconciliación y reconstrucción de la verdad”.

El comisionado Ospina había dicho a sus colegas que haber anulado el simposio en una sesión plenaria era un “hecho objeto de reproche”, alegando tener el mismo derecho que el resto de organizar eventos y abrir espacios de escucha de testimonios para atender a todas las partes en la historia del conflicto armado. En la misiva, Ospina se pregunta: “¿Vamos a reconstruir la verdad escuchando solo a algunos interlocutores? ¿Solo vamos a escuchar a quienes nos ‘melodean’ sus encantos para su beneficio? (…) A decir verdad, no entiendo por qué se quiere plantear una censura contra personas que están en el centro de la discusión”.