El profesor de la Universidad Nacional, Gonzalo Duque, habló con el Noticiero de la Madrugada de Caracol Radio sobre la necesidad de contar con un plan de prevención ante el riesgo de una erupción del volcán ubicado en el Cerro Machín.

El Cerro Machín, comentó el experto, está ubicado a 7 kilómetros de Cajamarca, a 17 kilómetros de Ibagué y a 35 kilómetros de Armenia y representa uno de los más grandes de Colombia, lo que lo convierte en una amenaza volcánica para el país.

Aunque de momento se encuentra inactivo, Duque lleva años monitoreando el volcán y aseguró que se debe contar con un plan de acción en caso de una posible erupción a futuro y evitar tragedias como la vivida en 1985 en el municipio de Armero.

Según contó en el noticiero, el volcán eventualmente se va a encender y podría cubrir de ceniza cinco veces a Manizales y aunque afirmó que la posibilidad es remota, es clave prepararse para una contingencia.

De acuerdo con lo dicho por Duque a Caracol Radio, una erupción del volcán Machín podría lanzar material hasta a 40 kilómetros de altura, un acto que se vería hasta en Bogotá. “Y aunque las últimas alertas se presentaron durante 2015, es sensato preparar un sistema para actuar en caso de una catástrofe”, dijo al noticiero.

Taal ha registrado al menos 34 erupciones en los últimos 450 años. Foto: Ezra Acayan/Getty Images

Además, aseguró que si bien los fenómenos astronómicos como un eclipse son predecibles, los naturales como la erupción de un volcán no, solo se estima que pueda pasar y por eso es importante estar prevenidos.

Actividad en el Nevado del Ruiz

El pasado 4 de enero, se registró una llamada de emergencia frente a la actividad que se estaba gestando en el Volcán Nevado del Ruiz.

Por eso, la Procuraduría General hizo un llamado al gobernador y a 15 alcaldes del departamento del Tolima para que comiencen a establecer acciones para prevenir cualquier desastre natural.

La entidad también indicó la importancia de aplicar de manera inmediata los instrumentos de planificación de gestión del riesgo, y además de esto pidió que se fortaleciera sus planes de acción para la oportuna y eficiente atención de una eventual emergencia por los recientes eventos asociados a la actividad del volcán nevado del Ruiz.

Además, recalcó a las autoridades municipales y departamentales que era su obligación cumplir las disposiciones legales en materia de atención de emergencias para prevenir la ocurrencia de desastres ante una potencial afectación a la población que habita esta zona.

Según se explicó, los directos responsables “de la implementación de los procesos de gestión del riesgo en el distrito o municipio, incluyendo el conocimiento y la reducción del riesgo y el manejo de desastres en el área de su jurisdicción”, son los gobernantes de los territorios aledaños y directamente vinculados con la situación, y también se advirtió que cualquier incumplimiento de esta función constituye una falta disciplinaria.

El incremento de la actividad sísmica del Volcán Nevado del Ruiz encendió las alarmas. Foto: archivo/Semana.

Para la Procuraduría es importante que los mandatarios locales y el departamental tengan presentes los planes de contingencia para atender actividades eruptivas del volcán, los cuales fueron previamente diseñados; una estrategia de respuesta a emergencias, una integración de la gestión del riesgo y de manejo de cuencas hidrográficas, las cuales deben estar en los instrumentos de planificación y de ordenamiento territorial (POT); una constitución de fondos territoriales de gestión del riesgo y apropiaciones presupuestales para financiarlo.

Para el caso tal de que se presente una situación de emergencia, amenaza, vulnerabilidad o riesgo por el fenómeno natural, se requirió a las autoridades adelantar de inmediato las acciones necesarias y pertinentes para enfrentar los efectos que pueda traer el desastre, esto incluye el monitoreo del estado de las vías de evacuación para la población, las cuales deben estar ubicadas en zonas de riesgo; luego de esto, se explicó que se debería hacer un censo para determinar cuántos damnificados hay; y en adición, se debe ejecutar un plan de acción específico para la recuperación de las víctimas, y demás afectaciones en la región, entre otras.