En las últimas 24 horas el presidente Iván Duque ha perdido casi 80 votos en el Congreso para aprobar las objeciones que hizo a la ley estatutaria. Esto porque La U no lo apoyará, tal como anunció Aurelio Iragorri, y el Partido Liberal tampoco. El expresidente César Gaviria, jefe del Partido Liberal, se fue lanza en ristre contra las objeciones y usó argumentos relacionados con el contenido de las mismas y con los riesgos institucionales que, según el, implican para oponerse al Gobierno. El tsunami político se veía venir, y aunque el Ejecutivo intentó acercar estos dos partidos para mejorar su gobernabilidad, fracasó. La decisión de los liberales cuajó el pasado martes, pero se venía discutiendo desde hace ya varios días. “Ha habido unanimidad en la posición de no aceptar las objeciones que el presidente le ha hecho a la ley estatutaria. No le encontramos sentido”, explicó Gaviria, quien considera que las objeciones no son un tema menor porque no “son simplemente seis artículos”, a su juicio está en riesgo toda la estatutaria porque los otros artículos tampoco están sancionados. “Nada garantiza que va a haber ley en este momento si seguimos el camino que estamos recorriendo”, puntualizó el jefe único del partido.

En plata blanca esto quiere decir que 35 representantes a la Cámara y 14 senadores liberales no apoyarán las seis objeciones que radicó el Gobierno. La gran fortaleza de Gaviria está en la Cámara, más de la mitad de los representantes de la colectividad se están estrenando en el Congreso, además, el partido tiene en la presidencia a Alejandro Carlos Chacón, quien se ha convertido en el palo en la rueda para el Gobierno. De su despacho salió una carta dirigida a la Corte Constitucional en la que le consulta si el Congreso debe o no tramitar las objeciones teniendo en cuenta que son “cosa juzgada constitucional”. Así las cosas, las objeciones a la ley estatutaria de la JEP se convirtieron en una nueva fractura entre Duque y Gaviria, la más contundente hasta el momento. Esto después de que el expresidente liberal apoyó a Duque en campaña. Sin embargo, no por eso ha dado su respaldo absoluto a la Casa de Nariño. El Partido Liberal se declaró independiente, y así ha actuado. Son varios los desencuentros entre Gaviria y Duque, algunos de carácter ideológico y otros de tipo burocrático. Con las objeciones, Gaviria siente que el país volvió al 2016 cuando el plebiscito por la paz dividió al país. “Están tratando de volver el reloj de la historia, a estas alturas se están regresando al plebiscito, el plebiscito lo superamos y se hizo un nuevo acuerdo en el cual participaron todas las fuerzas políticas, eso pasó por el Congreso y por la Corte Constitucional”, aseguró. La mano dura de Duque no le ha gustado a Gaviria, sobre todo porque le parece que el Gobierno “cree que solo le va bien en los temas de las armas y de la guerra y en mostrarse duro e intransigente” y así subir en las encuestas. Pero que en ese camino se están haciendo mal las cosas, por ejemplo, que se está equivocando al no sentarse a negociar con los indígenas del Cauca porque tienen bloqueada la vía Panamericana.

Lo mismo sucedió cuando el Gobierno Duque desconoció los protocolos que la anterior administración firmó con el ELN, porque el Estado estaba faltando a su palabra e incumpliendo a los países garantes. En ese momento Gaviria lideró el pronunciamiento de otros partidos a favor de los protocolos, a lo cual se sumaron otros partidos como La U y Cambio Radical. Tampoco hay que olvidar la discusión pública que tuvieron los dos políticos. "Señor presidente Iván Duque, ¿en algún momento le he pedido algún cargo, algún puesto en su gobierno?”, le preguntó Gaviria a través de su cuenta de Twitter. Duque no tardó en responder asegurando que con ningún líder hablaba de repartijas burocráticas ni de puestos. “Frente al caso particular (de César Gaviria) lo que voy a decir es que cuando he tenido conversaciones con expresidentes de la república siempre ha sido pensando en los intereses supremos del país". A comienzos del gobierno, en el mundo político se especuló que Gaviria estaba muy molesto por haber apoyado a Duque, sin que este hiciera un gobierno de coalición. Puede leer: “La representación política es legítima”: Fernando Cepeda Esta vez, con la postura de Gaviria ante las objeciones se marca aún más la distancia con Duque. Esto podría ser un duro golpe para el Gobierno porque Gaviria tiene una gran influencia, e incluso ha intentado tender puentes con Aurelio Iragorri, de La U, y con Germán Vargas Lleras, con quien se reunirá para almorzar este jueves. A los problemas de gobernabilidad que ya tenía el Gobierno se suma este, el uribismo sabía que no tenía mayorías para lograr cambios de fondo en la JEP, sin embargo, era claro que esperaba sumar cada vez más fuerzas y ahora las está restando.