César Gaviria y Alejandro Gaviria prácticamente rompieron el miércoles su relación política y personal. La última conversación entre el jefe del Partido Liberal y su candidato presidencial duró exactamente 3 minutos y 2 segundos y no fue en tono amable.
La conversación fue a gritos del expresidente y terminó con botada de teléfono del jefe al candidato. Ocurrió a eso de las tres de la tarde cuando el candidato llamó al director del liberalismo para decirle que asistiría al llamado ‘cónclave’ de la Coalición de la Esperanza, para hablar de las reglas de juego sobre cómo se podría unir al centro.
Gaviria, el expresidente, casi ni dejó hablar al candidato, tan pronto este le dijo que aceptaría la invitación de la Esperanza.
“A él no le gustó que yo tomara esta decisión de ir a hablar con esos otros sectores, pero es una determinación que yo tengo que tomar de manera autónoma”, le dijo el candidato a SEMANA. Y añadió: “Yo voy con el propósito de discutir cuáles son las reglas de juego para competir en una consulta de centro”.
El expresidente recibió la noticia del candidato como una “traición”, pues se trata de una invitación que le hacen dos de sus más duros enemigos: Sergio Fajardo y Juan Fernando Cristo.
Alejandro Gaviria ni siquiera podía entender todo lo que su mentor le decía desde el otro otro lado de la línea a gritos. Cuando la conversación terminó, Alejandro Gaviria dice que se sintió un poco más libre. Más él.
Como se lo explicó a SEMANA, él solo había aceptado una invitación de unos líderes para hablar de la ruta que podría conducir al fortalecimiento del centro político, y no sentía que tuviera que pedirle permiso al expresidente para hacerlo.
Creía que pedir permiso a Gaviria para ir a esa reunión limitaba su libertad y su carácter. Su manera de ser, su propia conciencia, en sus propias palabras. “Si tengo que pedir permiso para ir a una reunión como esta, mi carácter para ser presidente de Colombia estaría en juego”, le dijo a este medio.
Fue después de la breve pero dura charla con el jefe del liberalismo que Alejandro Gaviria salió a la calle y grabó un video de pocos minutos par reafirmarse en la decisión de buscar puentes con otros sectores de centro.
Alejandro Gaviria ya sabe el costo que esa decisión podría costarle y está decidido a pagarlo: la ruptura con el Partido Liberal y César Gaviria, una de las personas que más lo impulsó a tomar este camino, cuando era rector de la Universidad de los Andes.
No se le nota muy preocupado. Por el contrario, se le siente tranquilo y seguro. Más libre. El exrector de los Andes dice con bastante seguridad que “uno después de haber superado un cáncer”, como le pasó a él, todo lo demás puede ser bienvenido.
Tampoco le asusta la amenaza de los liberales de quitarle el respaldo y de no entregarle ni las firmas que le habían recogido para apoyar su candidatura.
“Nosotros ya tenemos las firmas. Si no me dan las que recogieron no me van a hacer falta”, le dijo Alejandro Gaviria a SEMANA.
El episodio de este miércoles cambia mucho las cosas para Alejandro Gaviria, pero también para el Partido Liberal. No es la primera vez que la colectividad enfrenta crisis de este tipo.
Hace cuatro años el Partido Liberal respaldó la aspiración de Humberto de la Calle, quien contó con un respaldo muy pobre de la colectividad. Apenas logró un poco más de 400 mil votos en una consulta interna, que lo dejó por fuera de cualquier posibilidad real de triunfo.
César Gaviria apoyó luego al actual presidente, Iván Duque. Inclusive, fue hasta el apartamento del hoy jefe del Estado a refrendarle su respaldo, pero a pesar de todo ello, las relaciones entre los dos líderes terminaron muy mal. César Gaviria es hoy uno de los principales opositores del gobierno del presidente Iván Duque.
Desde entonces muchos líderes del liberalismo se han desgranado. Se han hacia otras corrientes políticas.
De la Calle, el hombre que como Ministro de Gobierno le instrumentó todo el proceso de la Asamblea Constituyente al entonces presidente César Gaviria, salió de las filas liberales. Se fue. Hoy es uno de los líderes más respetados en la llamada Coalición de la Esperanza, a donde está llegando Alejandro Gaviria.
Por diferencias con César Gaviria también se fue Juan Fernando Cristo, senador liberal por muchos años. Fue quien invitó a Alejandro Gaviria al llamado ‘cónclave’, para tratar de enderezar el centro político.
Y se fue Luis Fernando Velasco, senador liberal, quien hoy acampa bajo la sombra del Pacto Histórico de Gustavo Petro.
Tras lo sucedido este miércoles, Alejandro Gaviria seguramente irá como candidato independiente a la consulta interna, mediante firmas.
“Mi candidatura presidencial no está en juego por lo ocurrido, yo sigo en ello”, le dijo Gaviria a SEMANA, de manera categórica.
Y recordó que desde el principio ha dicho que es un “candidato independiente” y que no es “instrumento de nadie”, como explicando su negativa de pedirle permiso a César Gaviria.
A pesar de la dureza de las circunstancias en que se dio la ruptura de la comunicación, el candidato espera que el expresidente “recapacite” y se examinen las consecuencias de lo sucedido.