La convención liberal siempre suele ser un termómetro fundamental de la política. La que se desarrolla esta semana no ha sido la excepción. La reunión de los militantes del trapo rojo ha estado llena de tensiones, pasiones y adrenalina. Pero la decisión más importante de ese encuentro ya está tomada.
En la noche del jueves, César Gaviria fue reelegido con 582 votos de los casi 1.000 delegados que hicieron presencia en la convención. El segundo fue Alejandro Carlos Chacón, que sacó 128 votos. Mientras Luis Fernando Velasco quedó bastante más lejos con apenas 11 votos.
La aplastante derrota de Velasco tiene, para muchos, una lectura. En el trapo rojo cada vez están más desencantados del gobierno. La situación fue evidente en la convención en la que se escuchó varias veces un “Fuera Petro” sonoro y estridente.
El petrismo perdió así su posibilidad de manejar el Partido Liberal. Y el expresidente —que apoyó con entusiasmo la elección de Petro, pero se ha apartado del gobierno en temas muy importantes como la reforma a la salud— será el que oriente a la colectividad para las elecciones de 2026, cuando se elegirá al nuevo Congreso y al próximo presidente de la República.
En el liberalismo había un temor grande de que el partido se convierta en una especie de apéndice del Pacto Histórico, como lo dijo el senador Miguel Ángel Pinto. “El triunfo de César Gaviria ayer en la Convención es un golpe fuerte al deseo del petrismo de controlar al liberalismo. No pudieron conseguirlo ni con toda la mermelada. Velasco y Chacón quedaron expuestos”, aseguró el analista Rafael Nieto.
Gaviria tampoco tenía el apoyo unánime de sus liberales. “Al oído del expresidente César Gaviria: con todo respeto, estimado expresidente y colega, dejemos que la gente joven del liberalismo tenga la misma oportunidad de gobernar el partido que nosotros tuvimos hace algunos años y que nos permitió llegar a la Presidencia de la República. Si no lo hacemos ya, la polarización ideológica que vivimos se encargará de enterrar en la próxima campaña las legítimas opciones de una renovación democrática pluralista que incluye la del liberalismo en todas sus tendencias y matices”, había escrito Ernesto Samper antes de la votación.
Un sector del liberalismo también había criticado que las reglas estaban hechas para darle el triunfo a Gaviria, quien estará por dos años más en la dirección de la colectividad y después de los próximos comicios se haría una nueva convención.
Gaviria logró ganar gracias al apoyo de las bancadas de Senado y Cámara hicieron campaña para que los delegados votaran por el expresidente y así lograron el triunfo. Esta colectividad es la que mayor representación tiene en el Congreso de la República, razón por la cual el petrismo quería tener el control a través de Luis Fernando Velasco.