El exrepresentante a la Cámara por Antioquia, César Pérez García, fue sentenciado a 23 años y dos meses de prisión (279 meses) por su responsabilidad en el homicidio de Elkin de Jesús Martínez Álvarez, alcalde electo del municipio de Remedios (Antioquia), registrado el 16 de mayo de 1998.

En la determinación, emitida por la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia, se determinó que el excongresista liberal deberá pagar la pena en una cárcel, negando de tajo la solicitud de prisión domiciliaria.

En el fallo se advierte que Pérez García se asoció con los jefes paramilitares para exterminar a los integrantes de la Unión Patriótica (UP), partido que se formó tras la firma de un acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc.

Tras evidenciar que en los municipios del nordeste antioqueño, principalmente en Segovia y Remedios, el partido político había ganado varias curules, se puso en marcha un plan para amenazarlos y asesinarlos.

Fue así como el dirigente político se contactó con los paramilitares Fidel Castaño Gil y Henry de Jesús Pérez, que fundaron el grupo armado ilegal ‘Muerte a Revolucionarios del Nordeste’, para que procedieran a expulsar a sus líderes de esa región.

Los jefes paramilitares le dieron órdenes precisas a Alonso de Jesús Baquero Agudelo, alias Vladimir, quien se dedicó a perseguir a quienes el excongresista consideraba sus contradictores políticos, mediante amenazas de muerte.

En la actualidad, el excongresista se encuentra pagando una condena de 30 años de prisión por su responsabilidad en la masacre de Segovia registrada en noviembre de 1988, y la cual fue ejecutada por grupos paramilitares.

En mayo de 2013, el excongresista fue hallado culpable por la Corte Suprema de Justicia del delito de homicidio agravado por su participación material en el asesinato de 43 personas por el simple hecho de ser simpatizantes de la Unión Patriótica.

El Negro Vladimir, uno de los sicarios de confianza de los Castaño, señaló durante el juicio que César Pérez García dio instrucciones directas para asesinar a los dirigentes políticos.

“Le pidió a Henry de Jesús Pérez y a Fidel Castaño que sacaran del camino a la izquierda de Segovia, municipio en el cual la mayoría de las personas apoyaban a la Unión Patriótica, para así tener el control político absoluto de su región”, señaló el exparamilitar en su declaración.