La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares de protección a favor de nueve periodistas en el Municipio de Algeciras, departamento de Huila, tras considerar que se “encuentran en una situación de grave riesgo producto de amenazas de muerte y hostigamientos atribuidos a grupos armados que operarían en la zona donde realizarían su trabajo periodístico”.
Así lo dio a conocer el organismo a través de un comunicado en el que señaló que la decisión se debe a que “las personas periodistas identificadas fueron convocadas a asistir a una reunión con integrantes de grupos armados” de la disidencia de las Farc.
La CIDH también indicó que en el caso expuesto “se informó que quienes se negaban a asistir eran declarados objetivos militares. Las amenazas siguieron posteriormente, lo que llevó a que las personas beneficiarias limiten su actividad periodística”.
Debido a la situación de los periodistas que fue conocida por la CIDH consideró que esta es de riesgo, la cual “no ha sido debidamente mitigada, siendo que seguirían las amenazas de muerte y las personas periodistas no podrían continuar con sus labores en la zona”.
Por su parte, el Estado informó las medidas de protección implementadas desde la Unidad Nacional de Protección (UNP), las medidas preventivas de seguridad por parte de la fuerza pública y de trámites de evaluaciones de riesgo de las personas beneficiarias.
Ante lo determinado por la CIDH, el organismo le pidió al Estado colombiano que “adopte las medidas necesarias para que las personas beneficiarias puedan desarrollar sus actividades como periodistas sin ser objeto de amenazas, hostigamientos u otros hechos de violencia en el ejercicio de sus labores”.
En el más reciente informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre libertad de prensa “aunque el número de periodistas asesinados en América Latina ha caído significativamente (...) los profesionales de la información siguen sin trabajar con seguridad, como demuestran los recientes secuestros y ataques armados acontecidos en México”.
Agregó que “el récord de incidentes violentos registrados en 2022 en Latinoamérica incita a los periodistas a autocensurarse, lo que se traduce en la proliferación de agujeros negros informativos en la región, donde el crimen organizado y la corrupción encabezan la lista de temas por los que los periodistas se juegan la vida”.