Los cerca de cinco millones de afiliados de la antigua Saludcoop, que tuvieron que ver cómo la prestación de servicios se deterioró aún más con la intervención del Gobierno y el pasó a Cafesalud, pensaron que la falta de citas, medicamentos, cirugías, procedimientos o dispensación de drogas iban a acabar con Medimás, la nueva EPS que los absorbió con la promesa de que iban a ser atendidos bajo un novedoso sistema de atención.Sin embargo, cuatro meses después del comienzo de las operaciones de Medimás, el drama de los miles de pacientes, especialmente de cáncer, enfermedades terminales, huérfanas o que requieren una atención especial, sin interrupciones, siguen. El dolor, el drama y la impotencia parecieran ser un deja vu de lo que se repitió muchas veces en Saludcoop.Es claro que en los últimos años el represamiento de citas, especialmente de especialistas, cirugías y aprobaciones especiales de tratamientos y medicamentos crecieron en los últimos años hasta formar una represa, que solo hasta ahora se está conocimiento su profundidad. Pero esta no puede ser una disculpa ni una justificación por parte de Medimás, cuyos socios conocían desde hace muchos meses esta situación y debieron haber anticipado una respuesta oportuna. Hoy, las quejas de los pacientes ya superan las 12.000 y la Procuraduría General, la Defensoría del Pueblo y la Superintendencia de Salud tienen a la EPS en la mira.De estos miles y miles de casos que alimentan las frías estadísticas de la EPS y de los organismos de control para determinar cómo va la atención de los afiliados, SEMANA publica cuatro historias que muestran el drama por el que están pasando muchos colombianos que, lo único que piden, es que los escuchen y los atiendan.“Le están quitando a mi hijo la oportunidad de caminar”Yeimy GonzálezMadre de Juan Sebastián ParraDos años
“Mi hijo tiene dos años y nació con una enfermedad huérfana llamada Hemimelia Tibial. Después de luchar por tratamientos y por una buena atención, a los 6 meses de nacido vimos que por parte de la EPS no íbamos a poder ayudar a nuestro hijo, por lo que tomamos la decisión de buscar por nuestra cuenta a un experto en el tema. Nos dirigimos al doctor Sergio Nossa, del Instituto Infantil de Ortopedia Roosevelt, en Bogotá, quien nos habló por primera vez de esta complicada enfermedad. Nos explicó que la solución para hacer posible la prolongación de la tibia era realizarle a Juan 19 operaciones o amputarle sus pies.Llenos de dolor e impotencia optamos por la amputación, pues realizar 19 operaciones era casi que imposible por nuestra baja adquisición económica, así que empezamos un proceso con la EPS Cafesalud para realizar la operación. Después de varias tutelas y derechos de petición, el Juzgado del Circuito Laboral 012 falló a nuestro favor. Con esto, la EPS nos ayudó con los transportes, la alimentación y vivienda para comenzar el proceso en Bogotá, ya que nosotros vivimos en Barranquilla. A sus 14 meses, le realizaron la cirugía que retiró los pies de sus piernas e incrustó una platina y 6 tornillos en cada pierna para poder enderezar el peroné. Una semana después, nos dimos cuenta de que nuestro hijo tenía problemas de cicatrización, lo que prolongó su recuperación a 4 meses. El 6 de julio el doctor Nossa autorizó una segunda operación para retirar los tornillos, por lo que nos devolvimos a Barranquilla a empezar los papeles y trámites para la autorización. Para nuestra sorpresa, nos informaron que no podían autorizarla porque la entidad se encontraba en un cambio de gerencia. Aquí comenzó un nuevo calvario, ya que desde el 8 de julio hasta la fecha no hemos podido lograr que la nueva gerencia de Medimás realice algún pago o el convenio con el Instituto Roosevelt, por lo que Juan sigue con los tornillos en sus piernecitas. La demora de esta cirugía está afectando la vida de nuestro pequeño porque los implementos que tiene en su pierna están retrasando su crecimiento normal, adicional al incremento del sufrimiento y el dolor que padece. La EPS Medimás le está quitando la posibilidad de caminar por primera vez a Juan Sebastián”.“Solo quiero una segunda oportunidadMildred Osorio Polo31 años
“Tengo 31 años y soy paciente de Medimás, antiguo Saludcoop y Cafesalud. Hace tres años me diagnosticaron fibrosis pulmonar idiopática, una enfermedad crónica y progresiva que cicatriza de manera anormal el tejido pulmonar. Los síntomas cada vez empeoran y mi única esperanza de vida es que me realicen un trasplante pulmonar doble.Actualmente vivo en Sincelejo, pero me desplazo hasta Barranquilla en búsqueda de una mejor atención médica en mi EPS. Desde mi diagnóstico, me han colaborado con los medicamentos y servicios, pero estos tratamientos solo me calman los síntomas porque la verdadera solución es el trasplante. Después de luchar con Medimás, el 28 de agosto del presente año finalmente me confirmaron que soy apta para la operación y que había entrado a la lista de espera. Sin embargo, debía conseguir una serie de autorizaciones para poder realizar la cirugía. Órdenes que fueron entregadas el 11 de septiembre a la EPS en Barranquilla junto con un derecho de petición, al que siguen sin responder. En vista de que Medimás sigue sin contestar, radiqué una tutela que se encuentra en proceso en el juzgado penal de Sincelejo. Como lo he dicho siempre, yo solo quiero tener una segunda oportunidad de vida, por eso alzo mi voz y cuento mi historia”, dijo Mildred Osorio a SEMANA.“Medimás no quiere responder”Javier Prada Salazar46 años
“A mis 46 años padezco de enfermedades catastróficas que necesitan controles mensuales con especialistas de la clínica del dolor, psiquiatría, dermatología y medicina interna, así como neurología. Estos médicos me ordenan mensualmente medicamentos y consultas a las que Medimás no quiere responder. Desde el 1 de Agosto me inscribí a esta prestadora de salud, y hasta el día de hoy no me ha entregado absolutamente nada, no hay medicamentos ni me ha asignado citas con especialistas. Es un total abandono al que estoy sometido con esta EPS con sede en Bucaramanga. He interpuesto más de 8 denuncias a la Superintendencia Nacional de Salud y a la fecha este órgano de control y vigilancia tampoco ha servido para nada. No le prestan atención a estas peticiones que son notificadas como prioritarias por el alto riesgo de vida. De igual forma he interpuesto desacato judicial por el mes de agosto y septiembre, pero tampoco ha servido. No sé a dónde acudir, mi vida y salud se deterioran a diario y esta EPS ni siquiera presta un servicio de urgencias digno”."Con Medimás todo ha sido una lucha"Andrea RodríguezMadre de Mariana RondónDos años
Foto: Carlos Julio Martínez / SEMANA“Mi hija Mariana Rondón nació de 36 semanas y le diagnosticaron atresia esofágica tipo tres con fístulas, que es una malformación en el trayecto al esófago. En total le han realizado 7 operaciones. La primera fue a los 4 días de nacer para corregir la atresia y tapar las fístulas. Después, el 7 de enero de 2016 tuvo una recaída que la dejó hospitalizada 26 días por una neumonía. Nos enviaron a la casa con oxígeno domiciliario, pero la verdad es que Mariana seguía igual de enferma. Después de varias visitas a urgencias, el 14 de febrero la internaron en la Unidad de cuidados intensivos (UCI) para realizarle exámenes. Los médicos descubrieron que mi niña tenía otra fístula por la tráquea, pero no podían actuar porque el especialista encargado de este caso no estaba en la ciudad. Tuvimos que esperarlo en cuidados intensivos, mientras Mariana seguía conectada a un ventilador. Esperamos varios días al doctor y cuando finalmente llegó, le realizó una nueva cirugía vía endoscopia, la cual fue fallida. Después procedió con una cirugía abierta, que tampoco sirvió. Aquí empezaron los problemas con Medimás, ya que no querían hacer los exámenes correspondientes porque resultaban muy costosos y no tenían los equipos necesarios. Ahí decidieron remitir a Mariana a otro hospital donde el equipo especializado sí estaba. Aquí conocimos al Doctor Garrido, quien Dios nos lo puso en el camino. Él dejó claro que la niña no podía salir de la UCI, lo que nos ayudó a que Medimás autorizará el examen médico que determinó que mi hija tenía un bronquio más de lo normal.El 5 de mayo le realizaron una traqueotomía para quitarle el bronquio que tenía de más. Para aumentar los males, Mariana empezó a mostrar índices de desnutrición, por lo que le realizaron una gastrostomía. Mi hija pudo salir adelante, se mejoró y la pasaron a piso, pero debía seguir con oxígeno y medicamentos.Para poder darle de alta dejaron claro que debíamos tener una atención domiciliaria, que Medimás nos autorizó después de varias peticiones. Hasta que el pasado 11 de septiembre decidieron cancelarla. Actualmente tampoco no nos autorizan las citas médicas ya que supuestamente no hay agenda disponible. Tampoco nos quieren dar el sustento de transporte para desplazarnos de Fusa a Bogotá para sus controles. Con Medimás todo ha sido una lucha, no le han permitido una mejor calidad de vida a mi hija.“Medimás, un obstáculo para mi salud”Germán Narváez56 años
“Hace cuatro años sufro de hipertensión y Medimás se ha convertido en un obstáculo para poder mantenerme sano. Soy víctima de la corrupción que hay en la salud colombiana, pues desde que Cafesalud pasó a Medimás solo me ha traído dolores de cabeza. Resulta que al solicitar mis medicamentos me dicen que ya no manejan esa referencia, pues la entidad cambió de proveedores. Como paso a seguir debo empezar mi historial clínica de cero, así la entidad puede autorizar un nuevo tipo que sí manejen. Esto es absurdo. Además, solicitar una cita médica se ha convertido en un calvario, ya que nunca hay disponibilidad en la agenda. Qué lástima que nuestro sistema de salud siga siendo tan pésimo y tan corrupto”, dijo Germán Narváez a SEMANA.