Una tragedia se presentó en la noche del miércoles en el barrio El Voladero, ubicado en el municipio de Ipiales, Nariño, cerca del Puente Internacional de Rumichaca, cuando un grupo armado abrió fuego contra varias personas. El ataque, que ocurrió alrededor de las 10:00 p. m., dejó un saldo de cinco muertos y dos heridos, en lo que se perfila como un nuevo episodio de violencia en la región.

Según las autoridades, dos jóvenes fallecieron en el lugar de los hechos debido a las heridas causadas por los disparos. Las otras tres víctimas fueron trasladadas a centros asistenciales, donde lamentablemente también perdieron la vida. Entre los heridos se reporta una menor de edad y una mujer, quienes fueron atendidas en hospitales locales. Hasta el momento, se desconocen más detalles sobre los responsables del ataque y la identidad de las víctimas.

Este trágico suceso se conoce en medio de una creciente preocupación por la violencia en la región. La Defensoría del Pueblo, a través de la AT 022/22, señaló que históricamente los grupos armados ilegales han encontrado en la zona fronteriza entre Colombia y Ecuador un lugar propicio para el desarrollo de actividades ilícitas, como el narcotráfico y el contrabando de mercancías. Estas actividades, según el organismo, han contribuido al fortalecimiento de las finanzas de estos grupos, que operan con escasos controles estatales en la región.

En cuanto a los grupos armados que operan en la zona, se mencionan el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la Segunda Marquetalia, el Tren de Aragua y diversas bandas de carácter local, que están presentes principalmente en los departamentos de Nariño y Putumayo. La jurisdicción de la Tercera División del Ejército Nacional cubre esta región, que se ha convertido en un foco de preocupación para las autoridades debido a la intensificación de los conflictos armados y la creciente presencia de grupos ilegales.

Este atentado en Ipiales ocurre apenas días después de otro ataque en la misma ciudad. El pasado 23 de noviembre se registró una masacre en la que tres personas fueron asesinadas. Además, la violencia también golpeó a la vecina localidad de Policarpa, Nariño, donde, en otro episodio reciente cuatro personas fueron asesinadas en una masacre. La situación en la región continúa siendo preocupante, mientras las autoridades intentan frenar la violencia generada por los grupos armados ilegales en la frontera.

Este último hecho se suma a la larga lista de actos de violencia que azotan el sur de Colombia, exacerbados por la presencia de grupos ilegales que operan sin control en esta estratégica zona fronteriza.