Un nuevo caso de hurto a personas bajo el uso de fármacos se presentó en la localidad de Teusaquillo, en donde dos mujeres fueron capturadas luego de encontrar a dos hombres casi inconscientes dentro de un motel.

La modalidad sería la misma que se ha presentado en la ciudad con más de 500 casos, en donde delincuentes han utilizado benzodiazepinas para dormir a sus víctimas y robarles las pertenencias.

El modus operandi cosiste en ganarse la confianza de las víctimas, a quienes luego les suministran en la bebida, por lo general licor, el fármaco. Con las personas indefensas, sin poder reaccionar, acto seguido les hurtan sus pertenencias.

Para el caso sucedido en Teusaquillo, el relato de una las presuntas víctimas señala que, luego de ingresar al motel, perdieron el conocimiento.

Por su parte, el comandante de la Policía de Teusaquillo, mayor Miller Rojas, indicó que la ciudadanía alertó sobre algo irregular que había ocurrido en el cuarto donde se encontraban los dos sujetos.

“Unas mujeres salen del motel, el cuadrante reacciona de inmediato, ya que se nota una actitud extraña de dos mujeres que ingresan con dos hombres, y ellas bajan solas, situación que no es normal, de acuerdo con las instrucciones que se han impartido”, dijo el oficial.

Agregó que, “una vez en el sitio se logra encontrar a dos personas de género masculino, quienes no tienen un amplio conocimiento sobre que estaban haciendo allí”.

Para el oficial, esta es una situación que se presenta dentro del contexto de las tomaseras, aquellas mujeres que logran ganarse la confianza de sus víctimas para robarles sus pertenencias.

En lo corrido del año, en Bogotá se han presentado más de 600 casos de hurtos a personas bajo esta modalidad. SEMANA habló en su momento con el comandante de la Sijín de la Policía, coronel Luis González, quien aseguró que estas personas, por lo general, utilizan benzodiazepinas (fármacos para dormir) para reducir a sus víctimas.

Los casos, en un alto porcentaje, ocurren en establecimientos públicos, como bares, discotecas y restaurantes, en donde las personas son más propensas a descuidar su seguridad personal. Para el caso de las discotecas, es bien sabido que las mujeres delincuentes aprovechan que sus víctimas están pasadas de copas, les coquetean durante la noche y cuando tienen la oportunidad disuelven el fármaco en la bebida.

Con sus cómplices esperándolas en la calle, la víctima es transportada por toda la ciudad mientras le desocupan sus cuentas bancarias o las llevan a sus casas para robarles las pertenencias.

Escopolamina

Sobre este mito urbano, el coronel González indicó que en la ciudad, en por los menos 20 años, no se ha usado esta sustancia en los casos de atracos a personas. Explicó que los ladrones encontraron la manera de emplear las benzodiazepinas, que tienen diferentes categorías, unas más fuertes que otras, que son con las que cometen el delito.

Respecto a la muerte, que en algunos casos se ha presentado de personas víctimas de esta clase de hurto, explicó el oficial que por lo general se debe a la combinación del fármaco con el consumo de licor.

Uno de los casos más impactantes que se presentó en Bogotá recientemente fue el del ingeniero Camilo Restrepo, a quien para robarlo, unas mujeres le habrían suministrado una clase de sustancia que lo dejó desorientado y deambulando por la ciudad, en donde fue atropellado por un vehículo, causándole la muerte.