La Mona Jaller, quien se hizo famosa por sus supuestas estafas a poderosos, estará ahora en el radar de las autoridades en todo el mundo. Esto, luego de que la justicia colombiana solicitara al jefe de Interpol Colombia que ordene su captura, para que pague una pena de 11 años de prisión por los delitos de fraude procesal, falso testimonio y falsa denuncia, en un proceso en el que la víctima es un banco. El proceso que tiene enredada a la Mona Jaller se origina en 1995, cuando el apoderado del Banco Ganadero -que luego pasaría a llamarse BBVA- William Monroy Victoria denunció a Giselle Jaller por haber suplantado la identidad de su hermana, Rolla Jaller, para representar a la empresa Inter Terra y solicitar al Banco Ganadero créditos por 150 y 148,5 millones de pesos. Le recomendamos: Mona Jaller: un nuevo y misterioso capítulo A raíz de esta denuncia y con estudios grafológicos que demostraron la falsedad de la firma en las actas, las escrituras públicas fueron declaradas invalidas en 1995, en una decisión que quedó inconclusa y nunca se resolvió judicialmente. De tal manera que 15 años después, el 21 de enero de 2010, Giselle Jaller volvió a usar el mismo método para falsificar las actas 38 de InterTerra Limitada y la 01 de InterTerra SAS en aras de poder transferirse acciones, así como la representación legal de la firma. Nuevamente, los peritajes demostraron que al momento de los hechos, los presuntos firmantes del acta no se encontraban en Colombia y sus rúbricas habían sido falsificadas. Gracias a esta adulteración, Giselle Jaller pudo demandar al BBVA por el presunto delito de fraude procesal y en particular, Jabour acusó al representante legal y al dueño del banco de haber embargado sus bienes a partir de una certificación expedida por la Superintendencia bancaria, lo cual consideró legal. La justicia no le dio razón en ese punto, ni tampoco en cuanto a los pagarés que aseguró haber firmados y cancelados, lo cual nunca se demostró. Lo increíble es que la ‘Mona Jaller‘ logró convencer a un fiscal que aceptó la demanda y trató de perseguir al banco en una cruzada sin futuro. La mona que tumbó al ejército “Rolla Jaller Jabbour, una hermosa mujer de larga cabellera rubia y grandes ojos negros, que vestía elegantemente, casi siempre de minifalda, y llegaba al Ministerio de Defensa a bordo de un Mercedes Benz negro último modelo, escoltada por cinco hombres armados, fue el centro de admiración de varios de los más importantes miembros del Ejército colombiano”, así describía a la Mona un artículo de SEMANA publicado en 1995. Puede leer: El último round que perdió la Mona Jaller Gracias a sus atributos y su cercanía con altos mandos del Ejército, ganó un contrato por 800 millones de pesos para vender equipamiento de campaña. Cobró el dinero y nunca entregó los equipos. Y con mucha astucia casi se lleva dos estafas más gordas con otros dos contratos de 400 y 1700 millones de pesos, que nunca se celebraron dado que el entonces ministro de defensa Juan Carlos Esguerra lo impidió. Todo eso lo hizo bajo una identidad falsa que hasta la salvó de ir a prisión. Pero esta habilidad para engañar la tiene desde pequeña. Cuando la joven Jaller cumplió 18 años se convirtió en una ejecutiva que se codeaba entre los bacarios más adinerados. Y aunque obtuvo clientes en donde trabajó, también trajo problemas. Pero las denuncias contra la Mona no se detuvieron nunca. El año pasado, por ejemplo, The Washington Post reveló las supuestas estafas de las que habrían sido víctima los vecinos de la mujer en un lujoso apartamento en la capital de Estados Unidos, donde se hizo conocer como Madame Giselle. Le sugerimos: La colombiana que estafó al Ejército dice haber sido amante de Hugo Chávez Según el diario, a partir de sus inventadas relaciones con poderosos de todo el mundo, embaucada a los vecinos para que le prestaran altas sumas de dinero que nunca pagaba. La Mona habría llegado a decir que fue amante de Hugo Chávez y hasta mentora de Ivanka Trump.