Una investigación de un año entre la Fiscalía y la Policía develó cómo una organización criminal se encargó de llevar migrantes desde la frontera con Ecuador hasta el Urabá Antioqueño, para continuar un recorrido a Centroamérica y de ahí a los Estados Unidos.
Los detalles de esta investigación advirtieron que muchos migrantes, de nacionalidades afgana, paquistaní y haitiana, llegaban a Colombia con cédulas que los acreditaban como ciudadanos chilenos, para de esta forma no levantar sospechas y continuar su recorrido hasta el departamento de Antioquia y de ahí al Chocó.
“La Policía Nacional de todos los colombianos, a través de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación y el apoyo de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (HSI), logró desmantelar una organización criminal transnacional dedicada al tráfico de migrantes”, dijo la Policía.
El cabecilla de la organización criminal fue capturado en el momento exacto en que embarcaba a un grupo de migrantes en varios buses en ese recorrido mortal, que incluye adultos mayores y niños. El hombre fue notificado de una orden de captura en su contra y de manera inmediata fue judicializado.
“Se trata de Carlos Alberto Coy García, quien era el organizador y promotor de la entrada o salida de personas del país sin el cumplimiento de los requisitos legales por migración y quien habría asignado roles a su equipo; presuntamente fue quien validó las rutas, costos, número de pasajeros y conductores de los buses para transportar migrantes desde Ecuador; en la misma acción fue capturado Gilberto Ariza Carrillo, alias Pescuezo, coordinador y secuaz de Carlos Coy”, señaló la Policía.
Entre las modalidades que estableció la Policía, tras la investigación, establecieron cómo estos ciudadanos extranjeros terminaban, todos, siendo de origen chileno, a pesar de que la mayoría no hablaban español. Las víctimas de este tráfico de migrantes fueron atendidas por las autoridades, mientras los capturados enviados a la cárcel.
“Quienes presuntamente habrían transportado al menos 294 personas, de las cuales se tiene pleno conocimiento que 54 de ellas lograron ingresar a territorio estadounidense de manera irregular, además les fueron materializadas las medidas cautelares de embargo y suspensión del poder dispositivo a 18 bienes muebles e inmuebles pertenecientes a esta organización”, dijo la Dijín de la Policía.
La Fiscalía, ante los jueces de control de garantías, presentó el material probatorio que fue recaudado en más de un año de investigación y que permitió, en criterio del ente acusador, imponer una medida de aseguramiento en contra de quienes fueron capturados. La evidencia fue suficiente para demostrar su presunta responsabilidad.
“A través de la información aportada por agentes del HSI, se supo de la existencia de una estructura trasnacional con presencia en Colombia, cuyos integrantes se dedicaban al tráfico de migrantes, especialmente de ciudadanos provenientes de países como Cuba, Haití, Venezuela, China, Somalia, India, Afganistán y Pakistán”, explicó la Policía.
Adicionalmente, y como parte de los operativos, el ente acusador ordenó la extinción de dominio de al menos 18 propiedades que estaban a nombre de los cabecillas de esta organización criminal y que fueron avaluadas en más de 2.800 millones de pesos.