El Polo Democrático fue un partido clave en el triunfo de Claudia López en las elecciones de 2019. Ahora hay una división en dicho movimiento por cuenta de la mandataria. A medida que pasan los días, los ánimos están más caldeados y cada vez se suman más voces que exigen que la colectividad tome distancia de la mandataria.
De un lado están el secretario general del partido, Jaime Dussán, y varios líderes que lo respaldan en la idea de continuar del lado del gobierno de López, entre ellos Antonio Peñalosa, Carlos Alberto Benavides y los concejales Álvaro Argote y Celio Nieves.
Del otro, está el grueso de la bancada en el Congreso que pide, casi a gritos, que el partido le quite el respaldo a la mandataria en el Concejo, entre ellos los senadores Wilson Arias, Iván Cepeda, Alexánder López, Germán Navas Talero y el concejal Carlos Carrillo, entre otros.
Una de las razones es que el Polo Democrático hoy forma parte del Pacto Histórico que dirige el senador Gustavo Petro y Claudia López es su principal contradictora. Las críticas entre ambos ya han llegado a los estrados judiciales y la enemistad parece tener un punto de no retorno.
Algunos sectores del Polo creen que no pueden ir en contravía de sus principios. Y quisieran repetir la historia de la Colombia Humana, el MAIS y la Unión Patriótica que en julio pasado se hicieron a un lado y le quitaron el respaldo en el Concejo a la alcaldesa.
Sin embargo, no lo han logrado. Cada vez que convocan reuniones o a ejecutivos para votar, algunos de los cercanos a Claudia López se retiran, no permiten el quórum y no se logra la votación. La estrategia, según le contó una fuente a SEMANA que pidió reserva de su identidad, parece ser repetitiva.
“Si el Polo no rompe de inmediato con la Alcaldía de Claudia López, se hace cómplice de esta pirómana”, dijo el exministro Carlos Bula, militante del partido, quien renunció al Comité Ejecutivo Nacional de la bancada en agosto pasado. “Le pedimos a los leales de Claudia dentro del Polo que no sigan obstaculizando con artimañas la inminente salida del partido de esta nefasta alcaldía”, agregó.
El senador Wilson Arias, del Polo, respaldó a Bula. “Una alianza pragmática en el Polo ha impedido esta definición e incluso el anuncio público de otras principales, tomadas hace poco. Coincido con Carlos Bula: el Polo Democrático no puede seguir cargando con la responsabilidad de los grandes errores del gobierno de Claudia López”, dijo.
En realidad, aunque el sector que apoya a la alcaldesa Claudia López es más pequeño, pareciera que tiene un poder más grande. O, al menos, saben moverse muy bien en la colectividad.
SEMANA conoció que el intento por separarse del gobierno no es nuevo, pero las mayorías no logran su objetivo. Después de la salida del MOIR del Polo y de paso el senador Jorge Enrique Robledo, el ejecutivo nacional quedó incompleto y al menos 9 escaños no se han logrado suplir. Con ese hueco, más el equipo que lidera Dussán, gana la alcaldesa López. Basta con retirarse del ejecutivo para que no se logre una asistencia mayoritaria y no se pueda votar la salida del gobierno.
“El sector ‘pragmático’ del Polo lleva meses bloqueando la salida del partido de gobierno de Claudia López. ¿Tanto miedo les da perder la participación en la repartija? Esta administración es exactamente lo opuesto a lo que el ideario del Polo promueve”, afirmó el concejal Carlos Carrillo, el único de los tres cabildantes opositores al gobierno distrital. Álvaro Argote y Celio Nieves son más progobierno, de la línea de Jaime Dussán.
¿Qué puede pasar? Por el momento, nada. Los puestos que están vacíos tras la salida del MOIR del Polo podrían suplirse en un congreso nacional que se ha venido posponiendo desde hace varios meses. Ya se fijó que el 5 de diciembre se realizará dicho encuentro. No obstante, el camino no es fácil. Dussán no solo es amigo de López, también es el secretario general y tiene en su poder organizar todo el evento y las elecciones internas. Por esto, hay quienes auguran que Dussán puede triunfar, obtener mayorías y podría quedarse con el control de gran parte de la tolda amarilla.
La pelea está como para alquilar balcón porque tampoco se puede desconocer el poder de Iván Cepeda y Alexánder López, este último presidente del Polo.