La alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López, denunció que en medio de los disturbios que se presentaron este jueves “vándalos encapuchados desde dentro de la Universidad Nacional no solo lanzaron piedras y bombas sino botellas con ácido (...) Está plenamente probado que se uso ácido". Los hechos a los que hace referencia la alcaldesa de Bogotá se presentaron en medio de los desmanes en el claustro educativo, puntualmente a la altura de la calle 45, entrada de la carrera 30. En el lugar, miembros de Esmad se enfrentaron con personas encapuchadas desde la 1:00 p.m. hasta aproximadamente las 8:00 p.m. Según versiones de los encapuchados, los disturbios eran en defensa de la universidad pública en el país, no obstante los hechos denunciados por la alcaldesa han generado el rechazo de estudiantes y profesores.

En ese sentido, la alcaldesa precisó que aunque no se presentaron heridos, se deben tomar acciones inmediatas, pues el uso de este tipo de elementos constituye un gran riesgo para la comunidad universitaria: "Ayer hablé con la rectora Dolly Montoya, estamos igualmente preocupadas, estamos viendo cómo dentro del ámbito de la autonomía universitaria podemos controlar y mejorar la seguridad". Por tal razón, López fue enfática, "vamos a sacar de los campus a estos infiltrados que ni siquiera son estudiantes". Ante la delicada situación que alteró el orden público en la zona, incluso se hizo necesaria la evacuación preventiva de edificios como el Sindú y del Museo del Arte, debido a la acumulación de gases lacrimógenos en las instalaciones.

Por lo tanto, la mandataria de los capitalinos dijo que se necesita "un mayor compromiso de la comunidad universitaria y sus directivas. Necesitamos su control efectivo dentro del campus y coordinar con el nuestro afuera". A comienzos de 2020, Claudia López presentó el nuevo protocolo para el acompañamiento de las manifestaciones que se retomaron en la capital del país desde el 21 de enero. Por lo tanto, antes de la intervención del escuadrón antidisturbios hay cuatro pasos a seguir. El primer paso está compuesto por un grupo de madres gestoras de paz que en su mayoría son mamás de algunos miembros del Esmad y jóvenes manifestantes. Son ellas las encargadas de tratar conciliar con los marchantes, en caso de que el ambiente se empiece a alterar.

Si con el pasar de los minutos la situación no mejora, existe un segundo paso donde entran a mediar organismos de control como la Personería y la Veeduría, comisiones de verificación y organizaciones de defensores de derechos humanos. Si definitivamente la anterior intervención tampoco funciona, se activa el tercer paso, el cual consiste en la intervención de miembros de la Policía Nacional, quienes están equipados con trajes especiales, un escudo y un bastón. Ya, como cuarto y último recurso, intervienen los miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).