Clientes de un lujoso concesionario de vehículos en Bucaramanga denunciaron una millonaria estafa que habría ocurrido con camionetas avaluadas, cada una, en cerca de 600 millones de pesos que compraron o dejaron en el taller de la marca durante 2022 y 2023, pero que nunca les entregaron. Se trata de la que hasta hace poco era la representación de la marca Land Rover en la capital santandereana y ostentó la intermediación de la empresa con los clientes.
SEMANA conoció los casos de clientes afectados que compraron sus camionetas en el concesionario de la ciudad a los que nunca les entregaron el vehículo que habían adquirido y otro de una afectada que llevó su auto al taller y nunca lo volvió a ver. Ella asegura que la estafaron.
La persona denunciada en esta historia es el empresario Josué Vargas, quien tuvo la marca de Land Rover en Bucaramanga durante cinco años y hasta marzo de 2024, cuando la compañía le retiró los derechos de uso del rótulo de la reconocida firma.
“Todos conocen la situación por la que estaba pasando. La empresa se quebró, pero no está aún en proceso de liquidación y puse una denuncia penal por fraude procesal contra la persona que me embargó. Estoy citando a las personas a conciliar una a una”, se defendió Vargas ante las denuncias de los clientes.
La camioneta que no llegó
Fabio Gómez relata que le compró un vehículo directamente a Josué Vargas, quien era el propietario del concesionario en Bucaramanga.
El negocio comenzó en enero de 2022 y para entonces acordó la adquisición de una camioneta Land Rover Defender nuevo modelo 2023 que estaría llegando para mayo de ese mismo año, más tarde de lo esperado por su familia por los problemas en la distribución de vehículos que se presentaron por la pandemia. La condición para apartar su pieza fue pagar un adelanto de 150 millones de pesos, cerca de una cuarta parte del costo total del vehículo.
En marzo, Vargas lo contactó para informarle que el vehículo estaba listo y que debía completar el valor del carro para que lo despacharan desde la casa matriz. Entonces, el primero de mayo de ese mismo año le pagó el valor completo del vehículo, cerca de 600 millones de pesos; han pasado dos años y nada que le entregan su auto nuevo.
Desde entonces, a Gómez le han dado todo tipo de explicaciones: que había demoras, que los vehículos que estaban llegando no eran la referencia que él había pedido, que llegaría un modelo con un motor a diésel. En medio de su búsqueda se enteró de que un vecino suyo estaba pasando por el mismo problema con la sede de Land Rover en Bucaramanga, una conversación sobre la presunta estafa llevó a otras más y encontró a otras cuatro personas que tenían un inconveniente similar al suyo.
“Uno no entra a una sede de un concesionario, uno compra es la marca. No estábamos comprándole a un local cualquiera, ni en una compraventa, sino a un establecimiento que operaba como distribuidor autorizado, entonces jamás pensé verme en esta situación porque es una marca prestigiosa”, sostuvo Gómez.
Vargas, quien era el encargado del concesionario de Land Rover, lleva 15 años en el negocio de los vehículos de lujo, pero fue objeto de un embargo en junio de 2023 por un monto de 30.000 millones de pesos, según el propio relato que él hace.
Para entonces, según conoció SEMANA, la representación nacional de la marca en el país le habría dado un ultimátum para resolver los problemas administrativos y financieros y responder a los clientes, pero esta terminó quitándole la representación en marzo de 2024 por las quejas que presentaron los clientes, temerosos de no recuperar ni sus vehículos ni su dinero.
“Cuando me embargaron todo no tuve cómo poner a funcionar las cosas. La idea es solucionar y estoy en proceso de conciliación con las personas. A ninguno he estafado, a todos les he puesto la cara y los he citado a conciliar”, se defiende el empresario.
El vehículo que jamás regresó del taller
Natalia Corzo tenía una camioneta nueva marca Land Rover de referencia Defender que presentó fallas en enero de 2023, mientras ella y su familia se dirigían al aeropuerto de Bucaramanga. En medio de la carretera tuvo que llamar al concesionario porque su vehículo no respondía y se lo llevaron en una grúa para el taller oficial de la marca en la ciudad.
“Pasó un tiempo y nos respondían que no sabían qué tenía. Nos decían que la solución se demoraba y al día de hoy no sé qué daño tenía el carro”, contó Corzo. La clienta cedió a hacer un acuerdo con el empresario para vender la camioneta que había entrado al taller y tener de regreso su dinero: “A las semanas nos llamó un vecino a decirnos que había visto nuestra camioneta en la calle. Llamamos a Josué Vargas y nos asegura que la habían sacado para hacer unas pruebas”, dijo la afectada.
Él quedó de pagarle el valor del vehículo en agosto de 2023, pero ese giro nunca se dio. “Tú no esperas que el representante de una marca te estafe. Es algo que uno no ve posible en su cabeza”, dijo Corzo.
En noviembre de 2023 ella decidió hablar con la marca porque sentía que su dinero se estaba “embolatando”. En medio de ese proceso, el empresario les ofreció conciliar el dinero con poner a su nombre un restaurante, incluso un lote, pero ella no aceptó porque su interés no era tener una nueva propiedad, sino conseguir su inversión de regreso.
“Josué me llamó a una conciliación y todo sigue en lo mismo: él no tiene dinero para pagarnos, en diciembre de 2023 nos dijo que le debía a entre cinco y seis personas, pero ahora nos dijo que estaba esperando negociar con 16 personas. Nos está planteando negociar con lotes que tiene en Cúcuta”, relató Natalia Corzo.
El empresario señala que está conciliando con una decena de personas y que todos los procesos ya están en trámite. “Son las personas las que me hicieron perder la marca porque pusieron la queja en la marca (Land Rover)”, dice Josué Vargas.
En su conversación con SEMANA, el exencargado de la firma de vehículos en Bucaramanga aseguró: “Mi interés es responder, no con carros porque la marca ya no la tengo. Estoy mirando de qué forma resolver el tema del dinero (...). Tengo que resolver otros negocios”, afirmó.
Esta revista también contactó a la representación nacional de Land Rover, pero al momento de esta publicación estaba a la espera de la respuesta de la compañía. Vargas, a quien los clientes señalan por las irregularidades en el negocio, ya no tiene vínculos con la marca.