Por medio siglo los colombianos tiñeron su dedo índice con tinta indeleble al votar. La marca indicaba que ya habían ido a las urnas. Se convirtió en una tradición desde el plebiscito de 1957, y se utilizó por última vez en el 2007. En la actualidad la tecnología ha avanzado tanto que no es necesario teñirse los dedos. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral, dio un pequeño salto al pasado al ordenar que los votantes pongan su huella y su firma en el formulario E-11 en las próximas elecciones regionales. La última vez que en Colombia fue necesario dejar la huella en el papel para votar fue en 2010, en ese momento el registrador era Carlos Ariel Sánchez, y en ese mismo año se estrenó la biometría en el país. “Como teníamos biometría era factible, porque lo que hicimos fue coger las huellas, escanearlas y cruzarlas contra la base de datos de huellas que tiene 1.000 millones de huellas, la de todos los ciudadanos desde 1952. Después las digitalizamos, pero las que quedaron mal puestas no las pudo leer nadie, no encuentran identificación”, explicó a SEMANA el exregistrador Sánchez. Consulte: Fin del pánico electoral: concejales y diputados sí pueden ser candidatos a alcaldías o gobernaciones Nueve años después el problema podría ser similar, el país implementó la biometría, pero esta no está al 100 por ciento. Pedirle al ciudadano que ponga su huella en el formulario será un paso más en el proceso electoral, pero no evitaría del todo la suplantación. Esto porque los jurados de votación son escogidos aleatoriamente entre todos los ciudadanos, no son técnicos dactiloscopistas ni grafólogos, por tanto no podrían verificar que efectivamente esa huella corresponde a quien dice ser el votante. Existe una alta probabilidad de que la huella quede mal en el papel y por tanto no coincida con la base de datos. Sin embargo, desde el CNE aseguran que esta será una medida de transparencia que no necesariamente busca verificar todas las huellas, sino "eventualmente" tener la posibilidad de hacerlo. "(Usarla) no como una herramienta en el proceso de escrutinio que permita anular el voto o no, sino para garantizar transparencia", explicó el vicepresidente del CNE, Pedro Felipe Gutiérrez. También se incrementará el costo del kit electoral, que ahora deberá incluir un huellero. Por tanto, se deberán volver a hacer los cálculos de los costos de acuerdo al presupuesto que ya se aprobó. Además, la Registraduría Nacional deberá incluir dos casillas más en el formulario, una para la huella y otra para la firma. Puede leer: Los que se quedaron por fuera de las interpartidistas en Bogotá La Registraduría todavía no se ha pronunciado al respecto, sin embargo, en principio debería adoptar la medida aprobada por la Sala Plena del CNE. Las elecciones regionales que se acercan tendrán otros cambios. Por ejemplo, habrá veedurías ciudadanas que deberán acreditarse ante la autoridad electoral, también se estrenará la figura de los testigos electorales remanentes, es decir, suplentes que podrán relevar a los titulares. Además, las comisiones escrutadoras deberán usar -de manera obligatoria- herramientas tecnológicas para escanear y digitalizar las actas E-14 de claveros. También autorizó la toma de fotografías, videos y transmisiones en vivo, así como el uso del sistema biométrico en todo el proceso de escrutinio.