En noviembre del año 2021, la administración de la alcaldesa Claudia López puso en funcionamiento la estrategia de parqueo en vía en Bogotá con el objetivo de buscar reducir el uso indebido del espacio público y de paso recaudar dinero para el Fondo de Estabilización Tarifaria del Sistema de Integrado de Transporte Público (SITP).
Inicialmente, la primera zona de parqueo en vía fue totalmente gratis para los usuarios y a partir del 22 de noviembre, el Distrito empezó a cobrar una tarifa por cada 30 minutos que un carro o moto se parqueara en uno de los cupos de estacionamiento ubicados en la localidad de Chapinero.
En esta primera zona, localizada entre las calles 76 y 94 y entre la Autopista Norte y la carrera 11, los automóviles pagan una tarifa de 3.000 pesos por fracción de treinta minutos, si su tiempo de parqueo no supera las dos horas. Si pasan de las dos horas, pagan 4.600 pesos por fracción de treinta minutos.
En el caso de las motos, la tarifa es de 2.100 pesos por fracción de treinta minutos, si el tiempo de parqueo no supera las dos horas. Si pasa de las dos horas, la tarifa es de 3.200 pesos por fracción de treinta minutos.
A lo largo de este 2022, la Secretaría de Movilidad ha puesto en funcionamiento otras dos zonas de parqueo en vía con tarifas diferenciales, no obstante, a pesar de que esta estrategia ya lleva un poco más de seis meses de haberse implementado, las finanzas que deja hasta el momento son alarmantes.
Cuando se implementó el parqueo en vía, la Terminal de Transporte, que es la entidad encargada de operar su funcionamiento, estimó que el equilibrio del sistema podría darse tan solo alrededor del cuarto años de operación del proyecto. Es decir, que el Distrito era consiente de que en los primeros cuatro años el parqueo en vía iba a generar más gastos y costos que ingresos; dicho en otras palabras, en este tiempo el sistema iba a operar a pérdidas.
Sin embargo, lo preocupante del asunto es que los ingresos que hasta el momento el Distrito ha recibido por el cobro de parqueo en vía son paupérrimos frente a la proyección que la misma Alcaldía tenía pronosticada para la fecha, lo que implicaría que el punto de equilibrio se daría mucho más allá de los primeros cuatro años.
De acuerdo con la proyección de ingresos de la Terminal de Transportes, para 2022 se espera recibir 37.486 millones de pesos; para 2023, 95.030 millones de pesos, y para 2031, 149.611 millones de pesos. Lo alarmante del caso es que con corte al 31 de mayo de 2022, el parqueo en vía solo ha generado ingresos por 1.144 millones de pesos, es decir, tan solo el 3 % de la meta para este año. Una cifra irrisoria.
Y mientras los ingresos no despegan y van bastante rezagados frente a las proyecciones que tenía el Distrito, los costos y gastos, por su parte, son mayores. Con corte al 31 de mayo, los gastos ascienden a 3.259 millones de pesos, esto quiere decir que de momento, el parqueo en vía deja pérdidas por 2.115 millones de pesos.
“Hicieron mal las estimaciones, es entendible que al final se puedan presentar pequeñas diferencias, pero que hasta el momento solo se haya recaudado el 3 % y que al final de año solo se logre un poco más del 10 % según las proyecciones que podemos hacer a futuro partiendo de estas cifras preliminares, es inaudito, es un recaudo muy bajo”, aseguró el exconcejal de Bogotá y hoy representante de la Cámara electo, Andrés Forero.
“Si bien es cierto que en algunos negocios casi siempre se tienen pérdidas en los primeros años, no es aceptable que los ingresos sean demasiado inferiores a lo previsto. Eso es nefasto”, complementó Forero.
Para el excabildante, estas cifras lo único que reflejan es la mala improvisación de la administración de Claudia López, porque este proyecto de parqueo en vía debió ser concesionado a un privado de tal manera que no le ocasionara pérdidas al Distrito.
En lo que resta del año, la Secretaría de Movilidad y la Terminal de Transporte irán agregando nuevas zonas de parqueo en vía en la ciudad y basta esperar si las finanzas del proyecto mejoran o si, por el contrario, seguirán en estado crítico.
Mientras tanto, el que sufre los platos es el Fondo de Estabilización Tarifaria porque la demanda de pasajeros en el transporte público aún no se recupera frente a los niveles prepandemia y no se descarta que el fondo requiera nuevamente una millonaria inyección por parte del Distrito después haberle depositado 1,1 billones de pesos que fueron aprobados en el anterior cupo de endeudamiento.