Esta semana arrancó con una paradoja que consternó a los colombianos; mientras por un lado las autoridades argumentan con estadísticas que los homicidios disminuyeron en lo corrido del año; por el otro, la percepción ciudadana dice todo lo contrario. Esa situación quedó nítidamente plasmada en un informe especial que publicó esta revista sobre las nuevas condiciones de inseguridad que padecen varias regiones del país con el retorno de vacunas, robos, masacres y desplazamientos. Y justamente una de las zonas con perores indicadores de orden público es el Pacífico colombiano con los departamentos de Nariño, Cauca, Chocó y Valle. Precisamente este lunes el ministro de Defensa, Guillermo Botero viajó hasta ese último departamento y desde la ciudad de Tuluá, al centro del Valle, lideró un Consejo Extraordinario de Seguridad, para enfrentar, junto a las autoridades locales, la nueva oleada de asesinatos y extorsiones que padecen los vallunos. En contexto: El Pacífico no tan pacífico Desde esa zona de el país el ministro enfatizó que en términos generales los homicidios se redujeron un 6.6 por ciento en todo el país, pero aclaró que “los lugares donde tenemos homicidios, son aquellos lugares donde el negocio de la coca está altamente desarrollado”, dijo tras explicar que ese fenómeno se presenta claramente en once municipios del Catatumbo; 7 del Bajo Cauca; 7 del sur de Córdoba y uno de Bolívar. “los lugares donde tenemos homicidios, son aquellos lugares donde el negocio de la coca está altamente desarrollado”, Guillermo Botero, ministro de Defensa. Añadió, que otra tendencia a la baja en las estadísticas, se presenta con los casos de secuestro, ya que el año pasado el país cerró con 58 plagios y este año la cifra es de 33 secuestros, incluyendo el rapto de Jeremías Lucumí, ocurrido este fin de semana en Timbiquí, Cauca, “estamos preocupados porque hasta ahora no hay una sola solicitud por su liberación; no pareciera ser un secuestro extorsivo”, argumentó el funcionario. Valle disparado El Valle junto a Cauca son los departamentos más golpeados por fenómenos de inseguridad y en especial con las cifras de homicidios, “si sacamos la ciudad de Cali y su Área Metropolitana, en el Valle se presenta un leve incremento”, dijo el ministro Botero. Agregó, que el deterioro de la seguridad es evidente en ese departamento y por eso “estamos luchando duramente con Tuluá, con Palmira y tratando de que Cartago, que venía con unos buenos indicadores, no se nos deteriore”, puntualizó el ministro. Su preocupación no es gratuita, ya que según las estadísticas en lo corrido del año los asesinatos aumentaron un 33 por ciento en el Valle del Cauca, sin contar Cali y su Área Metropolitana que mostraron una reducción del 20 por ciento. Puede leer: Tres muertos y tres heridos, durante otra balacera en parque de Cartago, Valle Y en el caso concreto de Tuluá, Valle, las cifras se dispararon al sufrir un aumento del 60 por ciento, ya que pasó de 20 homicidios en 2018, a un total de 32 casos en lo corrido del año. Eso explica por qué el Consejo de Seguridad se realizó en esa ciudad.
Otra situación que disparó las alertas en ese departamento, es que en 2018 Palmira, junto a Cali, siguen apareciendo en el ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo, dentro de un escalafón hecho por el Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia Penal, una ONG mejicana que realiza el estudio que lideran ciudades violentas como Tijuana, Acapulco (México) y Caracas (Venezuela). A ese antecedente se suma que en menos de cuatro meses en ese departamento han sido asesinados dos precandidatos a las alcaldías y otro fue víctima de un atentado en el que usaron un fusil. Ese ataque sucedió en Cartago a plena luz del día y en plaza pública donde murieron dos personas y otras cinco resultaron heridas. Y la semana pasada los sicarios repitieron la misma dosis de sevicia criminal al realizar un nuevo ataque en otro parque de Cartago con saldo fatal de tres muertos y tres heridos. Le puede interesar: Otro precandidato asesinado en el Valle Jesús Antonio García, secretario de Gobierno del Valle del Cauca, aseguró que, de acuerdo con reportes de inteligencia policial, el 76 por ciento de los homicidios ocurridos este año en el departamento, obedecen a guerras entre bandas por el control del microtráfico. “Sin datos de Cali, las estadísticas del departamento del valle fueron: en el primer trimestre 2018 hubo 220 homicidios. En el mismo periodo del 2019 hubo 293 homicidios. El incremento fue del 33%”, aseguró. Así las cosas, entre enero y marzo de este año en todo el departamento, incluida Cali, se han registrado 553 asesinatos; quince casos más que en el mismo periodo del año pasado.