Exactamente en 504 sacos de lona que se encontraban en un gigantesco contenedor en el puerto de Cartagena (Bolívar), las autoridades se encontraron con el gran cargamento de droga del año. Dentro de 19.780 cocos tipo exportación estaba camuflada la cocaína líquida que tenía como destino final Europa, más exactamente Génova (Italia).
En medio de la inspección, se estableció que el agua del coco había sido cambiada por cocaína líquida. En ese sentido, los cocos fueron trasladados a un laboratorio especializado para establecer la cantidad exacta del estupefaciente.
La incautación fue ejecutada tras acciones investigativas realizadas por la Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico, y en un trabajo articulado con la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional.
Tras evaluar diversa información se detectó el gigantesco cargamento de cocos que ocultaba cocaína líquida.
Por medio de un comunicado, la Fiscalía General señaló que un juez de control de garantías legalizó el procedimiento en el que se produjo el hallazgo. Las investigaciones continúan para establecer el punto exacto en el que se realizó el cargue de los casi 20.000 cocos e identificar a los responsables.
El ente investigador advirtió, por medio de la directora especializada contra el narcotráfico, María Elena Monsalve, que se buscará tener contacto con las autoridades de Italia para tener claridad sobre la estructura narcotraficante que recibiría la cocaína.
Incautación de explosivos
En otro operativo conjunto, las autoridades incautaron 200 kilogramos de explosivos tipo ANFO y pentolita, en el sector del Jarillón, en el oriente de Cali (Valle del Cauca).
El material fue encontrado en una zona despejada, en inmediaciones de la estación de Policía del barrio Alfonso López. En las inspecciones se constató que estaba almacenado en una caneca de cartón prensado, de la cual salían dos cables unidos por un dispositivo electrónico.
Dada la cantidad y las condiciones en las que se encontraron los explosivos, los agentes técnicos del CTI los destruyeron de manera controlada.
Los elementos de prueba indican que el ANFO y la pentolita, al parecer, ingresaron al casco urbano de Cali el pasado martes 25 de enero, ocultos en una canoa por el río Cauca. Asimismo, dan cuenta de que pertenecerían a una estructura criminal que delinque en la región.
Las acciones investigativas continúan para establecer si iban a ser utilizados para realizar una acción terrorista en la capital del Valle del Cauca.