Una conversacion telefónica que dura un poco más de dos minutos arroja sospechas sobre posibles nexos entre un senador, un hacendado y una masacre ocurrida el 16 de octubre de 2000 en el corregimiento de Macayepo, jurisdicción del Carmen de Bolívar, en el departamento de Bolívar, en donde un grupo de 80 paramilitares asesinó con garrotes y piedras a por lo menos 12 campesinos (ver detalles de cómo ocurrió el múltiple crimen en recuadro p. 24).La grabación obtenida por SEMANA fue efectuada el 6 de octubre de 2000, 10 días antes de la masacre. En ella conversan el senador Alvaro José García Romero y otra persona. Según confirmó el mismo García Romero se trata, en efecto, de una charla que sostuvo con un hombre llamado Joaquín García, de quien dijo “es una persona decente y de tradición en la región y, si bien tuvo un proceso por paramilitarismo, quedó exonerado”. La conversación contiene una serie de coincidencias que, según la interpretación de algunas autoridades y organismos de seguridad consultados por SEMANA, se relacionarían con los hechos alrededor de esta masacre. Por tratarse de un asunto de tanta gravedad y trascendencia para la opinión pública SEMANA publica la grabación completa y las interpretaciones que de ésta han hecho las autoridades que participaron en la investigación (ver transcripción).En la conversación Joaquín García, quien de acuerdo con varias fuentes es un conocido hacendado con fincas en la zona de Tolú Viejo, Sucre, dialoga con Alvaro García Romero sobre la necesidad de conseguir el apoyo del actual gobernador de Sucre (perteneciente al movimiento político de García) para mover tropas en unas fincas alrededor de las zonas de El Aguacate y Pajonalito, localidades vecinas de Macayepo, debido a una grave situación que no especifican de qué se trata.Según explicó García Romero a SEMANA, el hacendado le pidió ayuda para recuperar su ganado robado. “Los ganaderos ya están cansados de darle plata a la guerrilla e incluso tres meses antes de Macayepo los subversivos dinamitaron fincas de la zona”, dijo.Las coincidencias de esta conversación extraña —y aparentemente cifrada— con la masacre comienzan con el hecho de que justamente por ese corregimiento de El Aguacate fue por donde ingresaron los paramilitares que cometieron la matanza en Macayepo. Además en la grabación, efectuada el 6 de octubre de 2000, el senador afirma que “…yo considero que esa decisión es una decisión que no es fácil tomarla hoy pero es fácil tomarla en 10 días…”. Y 10 días después, el 16 de octubre de 2000, ocurrió la matanza. Cuando SEMANA le preguntó a García Romero sobre este aparte de la conversación afirmó que se trata de “simples coincidencias”. Otra casualidad que despertó sospechas de las autoridades que investigaron es el hecho de que los dos interlocutores comenten acerca de un “man verde” que resulta incómodo y que sería bueno cambiarlo por uno que “no joda” y se “haga el loco”. Y precisamente el comandante de Policía del departamento, coronel Rodolfo Palomino, que había hecho operativos exitosos contra los paramilitares, fue trasladado de su cargo cinco semanas después de la conversación, el 16 de noviembre de 2000, según confirmó SEMANA con fuentes policiales y de prensa.García dijo que cuando hablan de los “manes verdes” se referían a los infantes de marina y no a la Policía, no dio detalles de por qué querían cambiar a uno de ellos. Y, en general, dijo el senador que todo esto no es más que una persecución política en contra suya.Disputa territorialMacayepo no fue una masacre aislada. Por el contrario, hizo parte de una violenta cadena de matanzas emprendida por los paramilitares de la región en un intento por obtener el control de los Montes de María. Los corregimientos localizados en esa región, entre ellos Macayepo, están localizados en un corredor estratégico que da un fácil acceso desde el sur de Bolívar hacia todos los departamentos de la Costa Atlántica. En la zona hay presencia de cerca de 300 guerrilleros de los frentes 35 y 37 de las Farc bajo el mando de ‘Martín Caballero’, quienes desde 1998 libran una guerra territorial contra un grupo de 80 paramilitares del bloque norte de las AUC, al mando de Rodrigo Antonio Mercado Pelufo (alias ‘Cadena’ o ‘Pelufo’). Este grupo de paramilitares es señalado por las autoridades de ser el mismo que entre febrero de 2000 y enero de 2001 realizó cinco grandes masacres en la zona de Montes de María, las cuales dejaron un trágico saldo de más de 100 muertos y 4.000 desplazados. Entre ellas la de El Salado, que ocurrió el 18 de febrero de 2000, en donde fueron asesinadas 36 personas, y la de Chengue, en la que fueron masacradas 27 personas el 17 de enero de 2001 Las investigaciones por estas matanzas están siendo llevadas a cabo por la unidad de derechos humanos de la Fiscalía General. De las cinco que ocurrieron en los Montes de María, la de Macayepo, radicada bajo el expediente número 915, es la que más lento ha avanzado. Un ex fiscal que participó en el caso Macayepo afirmó a SEMANA que la aparición de este casete sin duda podría arrojar luces en la investigación por esta atroz masacre. Claro está que tampoco se puede descartar la posibilidad de que, en efecto, como lo afirma el senador García Romero, él nada tenga que ver con los trágicos hechos y esta grabación no se trate más que de macabras coincidencias. Será tarea de las autoridades esclarecerlo.