“Injustas e inexactas”. De esta manera el gobierno de Colombia calificó las últimas declaraciones del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, quien dijo —palabras más, palabras menos— que el fin del conflicto con las FARC en Colombia afectaría la seguridad de su país."El Ministerio de Relaciones Exteriores recibe con sorpresa y preocupación, por injustas e inexactas, las declaraciones del presidente de Panamá, quien indicó que el proceso de paz colombiano está impactando negativamente a su país", dijo ese despacho en un comunicado.Durante un acto público este miércoles, Varela había manifestado que con la paz en Colombia se produciría un aumento de la violencia y el narcotráfico en los países vecinos, y que en Panamá se estaban notando ya los efectos."Es la primera vez que veo se da de baja a cuatro colombianos en suelo panameño, producto de querer traer droga a nuestro país", indicó Varela en referencia a un enfrentamiento que tuvo lugar la semana pasada entre autoridades panameñas y supuestos narcotraficantes colombianos en la selva del Darién, frontera natural entre ambos países.El aumento de los cultivos de coca que sufrió el país en el último año parece ser la razón por la cuál Varela alerta sobre los posibles efectos negativos que la paz puede traer a su país."Yo avisé hace algunos meses que la paz en Colombia iba a tener un impacto en Panamá porque se estaba aumentando la producción de droga", recordó Varela.En respuesta al mandatario panameño, la Cancillería colombiana indicó este jueves que "el problema de las drogas es mundial y por eso la guerra contra este delito requiere de respuestas globales"."Es claro que incidentes como el ocurrido en el área de la frontera común responden a una dinámica criminal transfronteriza que afecta a todos los países de la región y no tiene relación directa con el proceso de paz", manifestó la Cancillería.En un claro tono de disgusto, el Ministerio de Relaciones Exteriores recordó que a lo largo de los años Colombia ha cooperado con los países vecinos en la lucha contra las drogas, entre ellos con Panamá, para mejorar la seguridad, el diálogo y el trabajo bilateral.La Cancillería aprovechó para invitar a aquellos países de la región que desde siempre se preocuparon por la presencia de las FARC en los límites fronterizos a que apoyen con entusiasmo el proceso de paz."Nuestros vecinos siempre mostraron preocupación por los efectos negativos que sobre su seguridad podía tener nuestro conflicto armado con las FARC. Lo menos que podemos esperar, ahora que ha terminado, es su apoyo entusiasta", puntualizó la Cancillería.