Cómo se sentiría usted si fuera, por ejemplo, un aspirante que desea entrar a la universidad y solo hay diez cupos. “Será difícil pero no imposible”, es posible que diga. El día del examen acuden 65 estudiantes. “Hay chance”, creerá. Sin embargo, cuando publican los resultados en casi todas las pruebas quedó de 64. “Bruto entre los brutos”, se lamentará. Los responsables del sistema educativo en el país deberán estarse sintiendo por el informe PISA, que compara el nivel educativo de cerca de medio millón de adolescentes de 15 años en 65 países, y que fue divulgado este martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Es decir, una generación completa absolutamente rajada, mal educada. El informe divulgado por la OCDE, una organización a la que Colombia pidió ingreso recientemente, porque en palabras del presidente Juan Manuel Santos, es “en cierta forma, una garantía de calidad en sus políticas públicas”. Esto significa que el país tendrá que hacer un esfuerzo monumental para salir de este rezago e invertir y trabajar más en el sector de la educación que precisamente es uno de los más olvidados. Las pruebas PISA le presta especial atención a las matemáticas, por considerar que se trata de una materia que ayuda a predecir el futuro éxito de los alumnos después de la educación secundaria. Pero ese fue el peor escenario para Colombia. De las tres clases de pruebas, el país sacó el peor puntaje en matemáticas: 376 puntos que ubican a Colombia en el puesto 61. La tragedia es mayor cuando queda en evidencia que nuestros alumnos son los peor preparados pero, eso sí, son los más felices. (Vea la nota: La lamentable paradoja: brutos pero felices). Mal de muchos consuelo de tontos. ¿Por qué? Porque el mal no es sólo nacional sino regional. Las evaluaciones de todos nuestros vecinos son pésimas. Ningún país latinoamericano logró alcanzar la media de 494, fijada por PISA. Chile es al que mejor le va de la región en esta evaluación temática y sacó 441 puntos, en comparación de China, el país de mayor puntaje, con 613. (Vea aquí la nota: ¿Cómo le fue a América Latina en la prueba PISA?) Casi todos los ítems deberían ser motivo de una autocrítica general de nuestro sistema educativo. Así, por ejemplo, Colombia ocupó el puesto 55 en lectura, con 403 puntos, y el 58 en ciencia con 399 puntos. Si se compara con mediciones anteriores, se podría decir que vamos como el cangrejo: caminamos para atrás. En efecto, estos resultados son peores que los del 2009, en los que Colombia ocupó el 52 lugar, con 381 en matemáticas, 402 en ciencias y 413 en lectura. Esa vez, había mejorado relativamente respecto al informe del 2006, año en el que el país entró al estudio, pero mucho mejor que en el 2012 (vea las cifras de otros años). En ese entonces la directora del Icfes, Margarita Peña, sostuvo que “el principal objetivo es saber en dónde estamos parados y hacia dónde debemos ir”. Ahora, el informe del 2012 reitera que, entre otras cosas, las peores brechas son de género puesto que en matemáticas los hombres lograron 390 puntos mientras que las mujeres 365. Otro obstáculo a superar es el de sector social puesto que en la zona rural se obtuvo un puntaje de 339 mientras que en la urbana fueron 389 puntos. Ante las desfavorables cifras de la OCDE, el gobierno colombiano insólitamente intenta defenderse. “Las muestras no son comparables entre años anteriores y este, porque son distintos los momentos. Hay que mirar las tendencias”, dice la ministra de Educación, María Fernanda Campo, quien añade que "para poder hacer un análisis de los resultados entre países, hay que comparar universos iguales", haciendo referencia a que los países que participan un año determinado en las pruebas, no son los mismos que se evalúan tiempo después. La ministra asegura que hay que apostarle a la educación inicial-preescolar para obtener mejores resultados a futuro. “Los resultados de estas pruebas son un llamado de urgencia a todo el sector educativo para redoblar y mejorar los esfuerzos y las políticas, y seguir mejorando la calidad de la educación en el país, especialmente en matemáticas”, explica Campo. Pero el informe de la OCDE no muestra esa mejoría de la que la ministra habla pues según las cifras de la prueba, Colombia empeoró respecto al 2009. Pese a los resultados obtenidos, Colombia quiere pertenecer a esa organización internacional, que exige como uno de los requisitos básicos, un nivel alto de educación. ¿Podrá lograrlo?