El contoversial Ejército Popular de Liberación de Colombia (EPL) hizo público este viernes su interés en adherir al proceso de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal guerrilla del país. En una carta pública enviada a diferentes organizaciones colombianas, el movimiento –considerado eminentemente delicitivo por las autoridades– dijo sentirse identificado con varias de las propuestas que gobierno y FARC están tratando en La Habana. "Ya es hora de que se acabe el conflicto con todos los grupos insurgentes", se lee el comunicado. "Creemos que con sus buenos oficios y la acción política también se concretará la apertura de diálogos con el EPL, para cerrar puertas a la idea que desde el Estado se opone a la salida política al conflicto", señala la carta de la agrupación, el remanente de la que llegó a ser la tercera guerrilla de Colombia. Efectivamente, fundado en 1967 como un grupo guerrillero de inspiración Marxista-Maoísta, el EPL –que llegó a tener hasta 4.000 hombres en sus filas– se desmovilizó oficialmente en 1991. Pero no todos sus integrantes aceptaron abandonar las armas en esa oportunidad. Y, según las autoridades, el grupo ahora controla buena parte del tráfico de drogas en la región del Catatumbo, en el noreste del país, donde ocasionalmente colabora con las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y bandas criminales como los Rastrojos. Posible lección Por lo pronto se estima que en la actualidad el EPL no supera el centenar de integrantes. Y su cabeza más visible es Víctor Ramón Navarro, 'Megateo', quien en julio del año pasado ya le había manifestado a la revista SEMANA el interés de grupo en sumarse al proceso de paz. En la entrevista, 'Megateo' también reconoció que su agrupación se finanaciaba con el narcotráfico, aunque afirmó que se limitaban a cobrar un "impuesto de guerra" por kilo de coca producido en la zona con el fin de sostener un "proceso revolucionario". Pero según el corresponsal de BBC Mundo en Colombia, Arturo Wallace, cuando se habla de guerrillas en Colombia, ya casi nadie incluye al EPL. "O, si se hace, es precisamente para ofrecer un ejemplo de los problemas de una desmovilización incompleta y como tal una posible lección de cara al actual diálogo de paz con las FARC", agregó nuestro corresponsal. Después de casi 50 años de conflicto el gobierno de Colombia comenzó un nuevo proceso de paz con las FARC en noviembre del 2012, en Cuba. Y en enero pasado inició conversaciones exploratorias para un diálogo similar con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país. El EPL asegura que, de llegar a darse una negociación con el gobierno, insistirá en la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, algo que ya han propuesto las FARC y el ELN.