Según el más reciente informe publicado por el Global Initiative against Transnational Organized Crime (Gitoc), Colombia es el segundo país a nivel mundial con mayor número de grupos criminales, así como mercados ilegales, siendo la República Democrática del Congo el país que ocupa el primer lugar.

Otros países incluidos con una alta puntuación son Afganistán, Irak y Siria, donde los conflictos han diezmado las economías formales, provocando desplazamientos masivos y un influjo de armas.

La Iniciativa Global contra el Crimen Organizado ubica a Latinoamérica, en especial a Colombia, como “el mercado de cocaína más generalizado del mundo”, esto debido a que el país constituye una de las principales rutas por las cuales la droga circula a sus mercados de destino en América del Norte y Europa.

Colombia es el país que más comercia cocaína en el mundo, con una puntuación de 9,5 sobre 10, superando a países como México, que históricamente poseen gran influencia en el tráfico de estupefacientes. Sin embargo, las posiciones se invierten en la medición correspondiente a mercados criminales, donde México ocupa el primer lugar, con 8 puntos, y Colombia se ubica en segunda posición (7,2 puntos).

El estudio de GITOC advierte que Colombia es el segundo país a nivel mundial con mayor número de grupos criminales. | Foto: Tomada de: GITOC

En el reporte se aclara que a pesar de que Colombia cuenta con un gran apoyo internacional e internamente posee las herramientas para contrarrestar el crimen organizado, el país sigue siendo impactado por las economías ilícitas.

En cuanto a la situación mundial del planeta en términos de criminalidad, no son buenas las noticias, ya que, según los datos recolectados por Gitoc, cerca del 80 % de la población del planeta vive en países donde los niveles de violencia son muy elevados.

El estudio de Gitoc advierte que la pandemia, sumada a los múltiples casos de corrupción, contribuyeron a que se incrementara la pobreza en el país, puesto que a pesar del confinamiento “los delincuentes buscaban cómo sortear los obstáculos y aprovechar la situación”, expresa el documento final.

Ese incremento en la pobreza, que irremediablemente trajo la pandemia en Colombia, favoreció al crimen organizado.

La investigación publicada también platea que el asesinato de líderes sociales en Colombia se presenta como un flagelo que continúa posponiendo la consolidación de la paz que tanto anhela el pueblo colombiano.

“Con el número de activistas asesinados en 2020, no es de extrañar que el enviado de la ONU para Colombia le dijera al Consejo de Seguridad en julio que el asesinato de defensores de los derechos humanos y comunitarios, así como de excombatientes que han depuesto las armas, sigue siendo la mayor amenaza para la consolidación de la paz en el país”, expresa el documento.

Según la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, Colombia es el país que más comercia cocaína en el mundo. | Foto: Armada Nacional

Además, la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional señala que el mercado de las drogas se ha convertido, con el paso de los años, en la forma más frecuente de mercado criminal en todo el planeta.

Según el ranking que arrojó la investigación realizada por la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado, estas fueron las posiciones que ocuparon los países más afectados por la violencia con su respectivo puntaje, siendo 10 el número más alto.

  1. República Democrática del Congo (7,75)
  1. Colombia (7,66)
  1. Myanmar (7,59)
  1. México (7,56)
  1. Nigeria (7,15)
  1. Irán (7,10)
  1. Afganistán (7,08)
  1. Irak (7,05)
  1. Centroafricana (7,04)
  1. Honduras (6,98)

Los delitos en contra de la naturaleza también son común denominador en Latinoamérica; temas como la tala de árboles y la extracción ilegal de oro han sido identificados como combustible para las organizaciones criminales, mientras al mismo tiempo le causan daños irreversibles a la naturaleza.

“Brasil se ubicó constantemente entre los países con puntuación más alta de la región en comercio ilícito de flora, lo que refleja el comercio de madera ilegal que ha dado lugar a la deforestación de grandes extensiones de la Amazonia”, señala el estudio.