El Gobierno colombiano propuso iniciar un diálogo con Panamá en un intento por aliviar la crisis migratoria en la zona fronteriza entre ambos países, dado el reciente aumento del flujo migratorio con destino a Norteamérica.

“Se iniciarán inmediatos diálogos con la República de Panamá para acordar que esos flujos migratorios tengan una atención en la llegada” al país centroamericano, indicó el ministro de Defensa, Diego Molano.

Desde hace varias semanas, miles de migrantes esperan en el puerto de Necoclí para ser trasladados en embarcaciones hasta la frontera con Panamá, siguiente parada en su travesía a Estados Unidos o Canadá.

La llegada de una gran cantidad de migrantes ha superado la capacidad de la naviera local para llevarlos al municipio fronterizo de Acandí, según han denunciado las autoridades. Unas 10.000 personas, entre ellas numerosos menores de edad y mujeres embarazadas están varadas en el municipio de 45.000 habitantes.

Allí, los migrantes esperan poder salir en uno de los botes que salen a diario hacia Panamá cruzando el golfo de Urabá, uno de los principales puntos de tránsito de migrantes que buscan cruzar hacia Panamá a través del corredor selvático conocido como Tapón del Darién.

El Gobierno panameño estima que un millar de migrantes cruzan cada mes el Tapón del Darién, mientras las autoridades de Colombia denuncian el tráfico por parte de redes internacionales de tráfico de personas desde países como Chile a Colombia. En este sentido, ha alertado de que las “mafias” cobran hasta 300 dólares para llevarlos a la frontera con Panamá.

“No permitiremos que ninguna persona, ni ningún grupo al margen de la ley, busque aprovecharse de los migrantes para conseguir recursos que alimenten actividades ilícitas”, aseguró el ministro de Defensa.

Tras una reunión del funcionario con la Gobernación de Antioquia, alcaldías de Necoclí, Turbo y Acandí, Defensoría del Pueblo, Migración Colombia y otras autoridades, se tomaron medidas que permitan garantizar la sanidad, salubridad y el orden público en esta región y evitar abusos para los migrantes, que siguen generando un colapso en la región.

Entre las decisiones se destacan “continuar con la declaratoria de calamidad pública en los municipios de Necoclí y Acandí, en coordinación con Gobernación de Antioquia, con el fin de que todo el sistema de gestión del riesgo permita dar los apoyos concretos en materia de agua y saneamiento y, adicionalmente, en materia de sanidad y salud en los dos municipios”, señaló Molano.

El funcionario señaló que también se determinó establecer un punto de Migración Colombia en Necoclí, con el apoyo de la Alcaldía y de la Gobernación para desarrollar todos los procedimientos requeridos y que lo migrantes tengan un lugar en el que puedan solicitar información y puedan proceder con su registro en el SIRE (Sistema de Identificación y Registro) de Migración durante su tránsito temporal por Colombia.

“Se acordó con la Armada, alcaldías de Acandí y Turbo el establecimiento de un nuevo embarcadero del cual podrán partir de forma organizada y con el registro previo todos los migrantes que vayan a continuar su tránsito por Necoclí”, puntualizó el ministro de Defensa, Diego Molano.

En algunas ocasiones, dadas las malas condiciones de transporte, las embarcaciones han naufragado en el golfo. Otras veces, los coyotes obligaron a los migrantes a lanzarse al agua, por lo que terminan ahogándose.

El desborde de migrantes se debe en parte a que la empresa transportadora de esa comunidad se habría quedado sin capacidad operativa, pues solo puede movilizar hasta 750 personas al día. La situación ha dejado a miles de extranjeros varados en el pueblo sin estadía ni alimentación, además, la preocupación aumenta por la gran cantidad de menores de edad.

Alcalde de Necoclí advierte sobre situación de migrantes

El alcalde de Necoclí, Jorge Tobón Castro, en diálogo con SEMANA, advirtió que se trata de un hecho sin precedentes y explicó que la llegada aumentó desde hace cuatro meses con una gran cantidad de migrantes que estaban inmovilizados en Chile, Brasil y Ecuador por cuenta de las medidas sanitarias por el coronavirus.

“Nos llegan 800 migrantes diarios y la única empresa que tiene Necoclí para transporte marítimo hasta el Chocó cuenta solamente con 12 embarcaciones, que están para prestarle servicio a los turistas y a la población de Chocó que compra mercancía en el Urabá. Entonces, por mucho que nosotros queramos despachar a los migrantes, siempre nos está quedando un remanente, no hay forma de controlarlos porque no les gusta hacer fila, no se dejan censar”, aseguró.

Además de los problemas con la cantidad de migrantes que llegan y que son imposibles de transportar por cuanto no hay suficientes lanchas, es evidente desde hace muchos años el trato que se les brinda a estos viajeros que buscan un futuro mejor, pues son transportados sin ningún tipo de seguridad, cargados de maletas y amotinados en bancas pequeñas, lo que en otros tiempos ya ha significado tragedias atroces.

Según el alcalde Tobón “la situación se está tornando delicada porque muchos migrantes tienen dos meses y no han podido conseguir un tiquete, están con niños, mujeres embarazadas, algunos adultos y eso nos está agudizando la problemática”.

Más de 10.000 migrantes duermen en las calles de Necoclí. Esperan que la compañía de transporte los cruce por el golfo de Urabá, lo que constituye un riesgo judicial para los empresarios. Para llegar a Panamá, los migrantes deberán atravesar el Tapón del Darién.

La situación es tan compleja que el pasado lunes 26 se declaró la emergencia sanitaria porque colapsaron los servicio de acueducto y alcantarillado, el sistema de salud y empiezan a escasear de manera severa los productos de canasta familiar. Y es que Necoclí tiene 22.000 habitantes a los que ahora se suman los más de 10.000 migrantes.

“No hay cómo sostenerlos. No se consigue una sola habitación para hospedarlos, incluso los dueños de inmuebles les piden a los locales las casas y los apartamentos para alquilárselos a los migrantes porque pagan dólares, la moneda principal hoy en Necoclí es el dólar”, indicó.

Agregó que “hemos pedido al Gobierno nacional que nos visite pero no ha escuchado. Pedimos que Migración Colombia nos instale un punto permanente en Necoclí para que se apersone de la situación de los migrantes. Necesitamos un documento Conpes para tener recursos en los momentos en que se presente una emergencia sanitaria como la que tenemos ahora. Finalmente, hay que dar un salvoconducto para que esta gente no sea presa de los coyotes, como antes de la pandemia”.

“Hoy transportar a los migrantes por el transporte regular es un delito y los empresarios se están exponiendo a que les inmovilicen los vehículos, es una situación compleja, por eso aprovecho el espacio par pedir que el Gobierno nacional nos visite y mire que está pasando y le demos una solución pronta a esto, porque yo presiento que esto es una bomba de tiempo”, puntualizó.

Con información Europa Press