Desde hace ocho días, el prestigioso Grupo Egmont había dejado saber que Colombia podría ser excluido por cuenta de las declaraciones del presidente Gustavo Petro. Se trata de una organización clave en el trabajo que hacen los gobiernos para desmontar las redes internacionales de narcotráfico, lavado de activos y terrorismo. Esta le permite a sus 177 miembros consultar las unidades de inteligencia financiera y acceder a información que de otro modo les sería imposible de lograr. Esas puertas ya no estarán abiertas para el país, según comunicó oficialmente el grupo este lunes.
La razón tiene que ver con el sorpresivo pronunciamiento de Petro, en medio del paro camionero, que puso a Colombia en una mala posición frente a este grupo. En esa alocución presidencial, aseguró que no quería referirse al tema que tenía paralizado al país, sino a algo que le parecía “más preocupante”.
Y se refirió allí mismo a dos hechos: el primero, cuando varios magistrados comenzaron a decir que sentían que estaban siendo interceptados en sus teléfonos. El segundo, cuando “siendo candidato presidencial y faltando 15 días para finalizar la campaña electoral, hubo una andanada en dos medios de comunicación, intentando transformar los resultados de las encuestas en contra mía”.
Ese día, Petro aseguró que iba a leerle al país un documento confidencial dirigido a Luis Eduardo Llinás Chica, el director de la Uiaf (Unidad de Información y Análisis Financiero). Se calificaba como un informe de contenido “sensible” que no podía ser difundido fuera de esa entidad sin el consentimiento previo por escrito de la autoridad contra el terrorismo israelí. El presidente aseguró que como el país había rotó relaciones diplomáticas con ese país, no tenía problema en romper con esa confidencialidad.
“El compromiso del Grupo Egmont con la cooperación internacional es fundamental. Se apoya en una base sólida de confianza mutua que garantiza que las Unidades de Inteligencia Financiera (UIF) miembros cumplan con altos estándares de responsabilidad respecto de la protección y confidencialidad de la inteligencia financiera que se intercambia”, aseguró el grupo en un comunicado este lunes en el que anunció que oficialmente Colombia queda por fuera de esa red.
La revelación del contenido y la fuente de ese informe que hizo el presidente Petro no cumplía con esos requisitos.
“Para garantizar que se observen estándares tan altos, los estatutos del Grupo Egmont exigen que las UIF miembros sigan siendo autónomas y operativamente independientes. Deben permanecer libres de cualquier influencia o interferencia política, gubernamental o industrial indebida que pueda comprometer su independencia operativa y poner a otras Unidades de Inteligencia Financiera de los países miembros en riesgo de exposición a violaciones de datos confidenciales o de confidencialidad”, agregó.
“Debido a acciones recientes que involucran a Colombia y la divulgación no autorizada de información proporcionada por uno de nuestros miembros, los jefes del Grupo Egmont han confirmado la suspensión del acceso de Colombia a Egmont Secure Web (ESW), que es la red segura utilizada por nuestros 177 miembros para intercambiar información relacionada con el lavado de dinero, delitos determinantes asociados y financiamiento del terrorismo”, enfatizó la entidad.
La denuncia de Petro sobre Pegasus
La comunicación se refería, según el presidente, a información de NSO Group, una empresa israelí señalada en el mundo de manejar un software espía llamado Pegasus. El presidente explicó que ese software permite interceptar cualquier número celular y, por tanto, lo que se hace en el mismo.
El primer mandatario habló de un punto específico, los supuestos giros bancarios que se habrían hecho a la cuenta de NSO, los dueños de Pegasus, desde Colombia. Los hechos se habrían presentado, según el primer mandatario, en julio y agosto de 2021, “antes de las campañas que comienzan en octubre y en medio del estallido social en Colombia, ese sí un movimiento social”.
Petro cuenta que allí, un banco israelí presentó un reporte de actividad inusual en relación con un depósito de 5,5 millones de dólares en efectivo en la cuenta de la empresa en Israel. “El pago estaba relacionado con un acuerdo por 11 millones de dólares formado por NSO y la Dirección de Inteligencia Policial de Colombia (Dipol) para la compra de Pegasus”.
El presidente acusó entonces de frente: “La Dipol compró en efectivo, por 11 millones de dólares a una empresa israelí, un software para espiar celulares, en medio del estallido social y antes de las campañas”. El efectivo –agregó Petro– fue “transportado de Bogotá a Tel Aviv (Israel) el 27 de julio de 2021, fue declarado a la aduana israelí y entregado a la empresa el 30 de julio”. El primer mandatario dijo que, según el reporte, se esperaba que otros cinco millones de dólares llegaran más adelante.
Desde que el presidente anunció esta denuncia, la Policía y el Ministerio de Defensa han dejado claro que no existe registro de la compra de Pegasus en ninguna de esas entidades.