El presidente Juan Manuel Santos toma cada vez más mayor distancia de la corriente ideológica que se impuso en América Latina en la última década. Con la muerte de Hugo Chávez, al que incluso llegó a llamar “su mejor amigo”, el mandatario colombiano ha vuelto a sus orígenes y ha tomado importantes decisiones que lo acercan más al norte del planeta. Este martes, por ejemplo, firmará un acuerdo de intercambio de información con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En efecto, el ente y Colombia concluirán en Bruselas un acuerdo de intercambio de información y buenas prácticas en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y el comandante supremo aliado, el general estadounidense Philip Breedlove, prepararon la firma y dialogaron sobre cooperación en temas de seguridad, informó el ministerio de Defensa colombiano en un comunicado distribuido en la capital belga. Pinzón y Breedlove abordaron asuntos relacionados con la construcción de integridad y transparencia en temas de seguridad, así como con el fortalecimiento de la cooperación de las Fuerzas Armadas de Colombia con este organismo multilateral y la experiencia que el país latinoamericano puede ofrecer en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. El ministro colombiano también se reunió con embajadores y representantes ante la OTAN de España, Italia, Reino Unido, Estados Unidos, Noruega, Holanda, Portugal y Francia. Pinzón mantuvo un encuentro con Christian Leffler, el secretario ejecutivo de la Unión Europea (UE), quien a su vez es el director ejecutivo para las Américas de este organismo. Además de visitar Bélgica, el titular de Defensa realiza una gira por varios países que esta semana lo llevará a Francia, Reino Unido y España. El objetivo de la gira es reforzar la estrategia de la diplomacia colombiana y buscar acceso a conocimiento, experiencia y buenas prácticas de las fuerzas armadas europeas en materia de operaciones de paz, humanitarias, justicia penal militar y procesos de transformación del sector de defensa y seguridad, según el comunicado del Ministerio de Defensa colombiano. En Bogotá, antes de emprender este viaje, Pinzón señaló que el objetivo del contacto con la OTAN es “ser un socio en la cooperación como lo son ahora Australia, Nueva Zelanda, Japón, entre otros países”. ¿Mal momento? En el momento en el que el presidente Santos anunció públicamente su intención de firmar un acuerdo con la OTAN, hubo una tormenta de carácter continental. “Hay un giro negativo hacia una agenda de desestabilización regional, de división regional, de ataque contra la revolución bolivariana y de adhesión a los planes hegemónicos imperiales”, dijo el presidente venezolano, Nicolás Maduro. “Que un país latinoamericano quiera incorporarse a la OTAN será instrumento de una política para debilitar y tratar de destruir el proceso de unidad que vive la región”, añadió, por su parte, el presidente Daniel Ortega, de Nicaragua. Otro presidente de la región que criticó duramente a Colombia fue Evo Morales, de Bolivia. No sólo se pronunció en contra de una “amenaza” a Suramérica, sino que pidió al secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el venezolano Alí Rodríguez, que convocara a una reunión del Consejo de Seguridad del bloque, con carácter urgente. “Cuando internamente Estados Unidos ya no puede dominarnos a países, a Gobiernos, a pueblos antiimperialistas, ¿cómo es posible que Colombia pida ser parte de la OTAN? ¿Para qué? Para agredir a Latinoamérica, para someter a Latinoamérica, para que nos invada la OTAN como ha invadido en Europa y África”, dijo Morales. A pesar de esta ola de críticas, Santos ordenó a su ministro viajar a Bruselas y firmar el acuerdo de intercambio de información que se realizará este martes.