Global Initiative reveló su más reciente informe sobre el Índice Global de Crimen Organizado de 2023, dejando a Colombia como el segundo país a nivel mundial con mayor criminalidad, solo superado por Myanmar.
Esta medición, que se realiza desde el año 2021, es financiada por el Gobierno de los Estados Unidos y cuenta con el apoyo del programa ENACT, que es financiado por la Unión Europea e implementado por el Instituto de Estudios de Seguridad e Interpol.
La organización describe el crimen organizado como las “actividades ilegales, llevadas a cabo por grupos que actúan en concierto, participando en violencia, corrupción o actividades relacionadas con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero o material”.
De acuerdo con el informe, Colombia quedó en el segundo puesto tras recibir un puntaje de 7.75 en una escala en la que 10 es la mayor calificación de criminalidad. Por encima se encuentra Myanmar que obtuvo 8.5 puntos, mientras que en tercer lugar está México (7.57), seguido de Paraguay (7.52) y el top cinco es completado por la República Democrática del Congo (7,35).
Drogas y armas, un gran flagelo en Colombia
La organización señala que Colombia es un país de origen y destino de trata de personas, donde los traficantes principalmente operan dentro de redes establecidas de crimen organizado y grupos armados ilegales. En ese sentido, destaca que estos grupos son normalmente dirigidas por colombianos que trafican mujeres a Asia y operan en línea, una situación que ha incrementado debido al flujo migratorio de venezolanos.
“Los venezolanos están siendo explotados en las minas y en los sitios de cultivo de hoja de coca y producción de cocaína, mientras que las mujeres son explotadas sexualmente en las zonas circundantes. Además, ha habido casos de explotación infantil para la mendicidad forzada en las principales ciudades”, indica.
Igualmente, el informe señala que la violencia criminal se ve alimentada por casos de extorsión, un flagelo que se vive principalmente en las zonas rurales, donde los comerciantes son obligados a pagar para, en muchas ocasiones, ser protegidos de otros grupos dedicados al mismo crimen. Además, también recalca que es una situación que se presenta en barrios de ciudades principales.
Por otra parte, de acuerdo con el índice, el conflicto colombiano ha convertido al país en un destino de armas adquiridas de manera ilegal, ya que cada uno de los actores criminales ha encontrado la forma para obtener diferente armamento de redes internacionales, el mismo que posteriormente se utiliza para atentar contra la vida de los civiles.
“Recientemente, los traficantes han estado introduciendo cargamentos de armas desde Asia y Estados Unidos a puertos chilenos, que eventualmente llegan a Colombia a través de diversas rutas”, indica.
En cuanto al tema del medio ambiente, Global Initiative comenta que hay diferentes organizaciones criminales dedicadas a la desforestación, principalmente a través de la práctica de extorsiones, una situación que ha venido en aumento desde que inició la pandemia de la Covid-19, sumado al tráfico de vida silvestre.
Frente al tema de las drogas, el informe precisa que el comercio de cocaína es menor, pero al mismo tiempo la venta de heroína colombiana genera ingresos considerables para organizaciones criminales. Además, la producción de cocaína en el país sigue siendo la más alta en todo el mundo.
“Colombia es el mayor productor de cocaína del mundo, la cual se trafica hacia los mercados de América del Norte, Europa y Asia (...) Colombia está produciendo más cocaína que nunca y es probable que persistan altos niveles de producción en el corto plazo”, explica.
Sumado a lo anterior, la iniciativa también señala que la nación se ha convertido en uno de los países de la región que es más afectado por ataques cibernéticos, una situación que quedó reflejada en la reciente afectación que tuvieron varias páginas de instituciones del Estado.
Por otro lado, los delitos financieros también se han convertido en un gran problema en el país, según el informe del año 2023. “Las pequeñas y medianas empresas suelen ser el objetivo de estafadores que se hacen pasar por otras empresas y las engañan para que adquieran servicios que no pueden ofrecer. La evasión fiscal también es un problema importante, ya que el país tiene una de las tasas de evasión fiscal más altas del mundo”, resalta.
Estos factores, sumados a otros que destaca la organización, llevaron a Colombia a seguir en el segundo lugar de este índice de criminalidad.