Abilio Peña y Ana María Lozano viajaron a Tegucigalpa (Honduras) el pasado 11 de marzo para apoyar actividades de protección de la comunidad LGBTI. Los respaldaba el colectivo Ansur y la agencia católica alemana Misereor. Los colombianos tenían previsto regresar el 18 de marzo, pero el Gobierno del país centroamericarno anunció el cierre de las fronteras marítima, terrestre y áerea desde el pasado domingo para evitar un aumento en el número de casos de covid-19. La medida rige hasta el lunes 23 de marzo.

En principio, Abilio y Ana María cambiaron sus tiquetes de vuelo para ese día con el fin de regresar a Bogotá y aislarse los catorce días obligatorios que exige el Gobierno nacional. Pero con el anuncio que hizo Iván Duque este jueves 19 de marzo de suspender por 30 días el ingreso al país de viajeros, incluidos extranjeros y connacionales, ellos no podrán hacerlo. Abilio habló con SEMANA sobre la situación que vive junto a su colega en Honduras. "Estamos seis (colombianos) pero hay mas de 40 en la misma situación. Honduras tiene una precaria atención en salud, lo que complejiza la atención para nacionales y desde luego para internacionales", señaló.

En un video que grabó junto a los connacionales con quienes permanece en un hotel de Tegucigalpa, Abilio expresó que el consulado los atiende bien, pero "no nos soluciona nada". Desde el 16 de marzo están en contacto con los funcionarios colombianos y no obtienen respuesta definitiva.

"Los gastos de hospedaje y alimentación corren todos por cuenta nuestra", dijo. Además, manifestó que no cuentan con ninguna medida de protección para evitar el contagio de coronavirus y saben que de enfermarse no recibirán una buena atención. Dice que es cuestión de voluntad política para que Honduras y Colombia se pongan de acuerdo en organizar su salida. Al igual que la de muchos otros colombianos que están atrapados en distintas naciones, en medio de las restricciones que cada gobierno pone para contener el riesgo de la pandemia.